En la semana en que la avícola Avex pasó a manos de la brasileña BRF, el empresario Aldo Roggio (dueño del holding homónimo), aseguró que “cuando se vende una empresa nacional, se me cae una lágrima ”. “No estoy en contra de una inversión extranjera, pero para empresas nuevas, no para comprar empresas nacionales”, manifestó en una cena el jueves.
“Si tuviera que hacer una autocrítica al empresariado nacional, diría que no hay que vender . Si se vende es para hacer otro negocio. Una cosa es que venga un gerente internacional y se vaya a los tres años y otra es negociar y hablar con un empresario argentino que vive aquí”, afirmó.
“Me cuesta cuando tenemos que vender una empresa. Sabíamos que teníamos que vender (la empresa de celulares) CTI (hoy en manos de Telmex, de Carlos Slim) desde el principio por el volumen y dimensión que tiene una empresa de telefonía”, ejemplificó en el cierre de las jornadas de Fundación E+E (Fundación Empresarial + Emprendedores).
Roggio es dueño de Metrovías (subte y ferrocarril Urquiza) y uno de los líderes en recolección de residuos (con Cliba), maneja la distribución de agua en Córdoba, posee concesiones viajes y es uno de los mayores contratistas de obra pública. Entre las firmas que vendió a extranjeros está el Banco del Suquía (que fue a manos del Credit Agricole) y luego trató de recomprar, aunque sin lograrlo.
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