El grupo BBVA le vendió su ART a Galeno

Galeno firmó un contrato con el grupo BBVA para comprarle la totalidad de su ART, Consolidar Aseguradora de Riesgos de Trabajo, según se informó a la prensa. La decisión de vender esta importante unidad de negocios responde a la definición del grupo BBVA de concentrarse en su negocio principal: finanzas y banca.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Los mercados financieros de Europa no tienen paz. La rebaja en 3 escalones del rating de Italia por parte de Moody’s había vuelto a abrir la puerta de nuevos recortes en la calificación de los países periféricos.

Moody’s rebajo la calificación crediticia de los 2 mayores bancos de Italia, Intesa Sanpaolo y UniCredit, al día siguiente de hacerlo con la deuda soberana italiana (6/10). También recortó la calificación de grandes empresas italianas como las energéticas Enel, Eni y Terna. Asimismo, Moody’s decidió revisar la nota del grupo aeroespacial y de electrónica de defensa Finmeccanica y la de Poste Italiane (Correos), mientras confirmó la calificación para la aseguradora Generali, aunque la situó en perspectiva negativa.

En concreto, la agencia estadounidense decidió degradar la nota de la deuda a largo plazo y de sus depósitos a Intesa Sanpaolo, que pasó de Aa3 a A2, mientras que en el caso de Unicredit la revisión fue de A3 a A2, ambos con perspectiva negativa.

La advertencia sobre las consecuencias de lo que la agencia califica como sobresaltos financieros por el elevado nivel de deuda en la eurozona se suman a los efectos de la crisis en el sistema financiero. Traducido en las recientes rebajas de calificacion en el Reino Unido y enPortugal, esto deja a España a merced de una posible rebaja por el aumento en el coste de su financiación, segun publica Intereconomia.

La ausencia de una posición conjunta en la eurozona a la crisis de la deuda se une a sus efectos en los bancos de los 17. Y en especial en los países más ligados a Grecia por sus emisiones.

Es el caso de Francia, donde se rebajó a Societé Generale y a Credit Agricole y más recientemente a Dexia, con la revisión de su rating por las actuales dificultades para financiarse. De esa forma se abre la puerta a un nuevo rescate público ante la valoración de 4.800 millones de euros en su exposición helena.

El problema no es nuevo y es global. En septiembre, Moodys ha reducido a negativa la perspectiva para la banca japonesa ante su elevada deuda y también en USA. Al mismo tiempo, se diluye la posibilidad de una ayuda de la Casa Blanca para Bank of América Wells Fargo y Citi, según la agencia estadounidense. Para José Luis Martínez, estratega de Citigroup lo importante es vencer la desconfianza actual.

Solo el Reino Unido parecía salvarse de la quema, tras indicar Moodys que no habrá cambios tras la reforma de la banca. Junto con Bélgica, a quien refrenda su calificación actual al considerar su economía avanzada y diversificada.

Sin embargo, con el reciente downgrade de la agencia crediticia a 12 instituciones financieras británicas, entre ellas Santander UK, Lloyds y RBS, por considerar que las medidas adoptadas por las autoridades británicas han reducido «significativamente» la estimación de apoyo a estas entidades en el medio y largo plazo, la ecuación parece cambiar, manteniendo el nerviosismo a flor de piel.

«Moody’s cree que el Gobierno es probable que continúe proporcionando algún grado de apoyo a las instituciones financieras sistémicamente importantes, lo que continúa representando hasta tres escalones al alza. Sin embargo, es más probable ahora que permita a instituciones financieras más pequeñas caer si se convierten en problemáticas», explico la agencia.

Con esta decisión, con la que concluye su revisión del apoyo sistémico por parte del Gobierno a estas instituciones que inició el pasado 24/05, Moody’s estima que se ha producido una retirada de apoyo sistémico a 7 pequeñas entidades y se ha reducido en entre 1 y 3 escalones el apoyo a 5 de las mayores instituciones del países, que son más importantes desde un punto de vista sistémico.

En concreto, la entidad ha rebajado en un escalón la calificación de Lloyds TSB Bank (de ‘A1’ a ‘Aa3’), Santander UK (de ‘A1’ a ‘Aa3’) y Co-Operative Bank (de ‘A3’ a ‘A2’), mientras que ha recortado en 2 los ‘ratings’ de RBS (de ‘A2’ a ‘Aa3’) y de Nationwide Building Society (de ‘A2’ a ‘Aa3’).

Al mismo tiempo, ha rebajado en entre uno y cinco escalones las calificaciones de 7 pequeños bancos hipotecarios y ha confirmado la nota ‘A2’ de Clydesdalem, aunque mantiene con perspectiva ‘negativa’ a su ‘rating’.

A los que se le suma Portugal. La exposición a la deuda soberana lusa, a las expectativas de débil crecimiento de la economía y a la «presión» a la que se ven sometidas para conseguir liquidez, los motivos de la bajada del rating.

La agencia de calificación Moody’s anunció este viernes (7/10) una rebaja en la nota de 9 de los principales bancos portuguesa debido a su exposición a la deuda soberana lusa, a las expectativas de débil crecimiento de la economía y a la «presión» a la que se ven sometidas para conseguir liquidez.

Moody’s informó hoy en un comunicado de que con estas medidas concluye con la revisión de sus calificaciones a las entidades financieras lusas iniciada el pasado 15/07, cuando bajó la calificación de la deuda soberana de Portugal de «Baa1» a «Ba2», un nivel considerado ya como «bono basura».

De esta forma, los principales bancos del país cuentan ahora con un «rating» equivalente a «bono basura», a excepción del Banco Santander Totta.

Entonces ya dejó a este nivel de «bono basura» los «rating» de la Caixa Geral de Depósitos (CGD), del Banco Espirito Santo (BES), del grupo financiero Espirito Santo (ESFG, sus siglas en inglés), del Banco Comercial Portugués (BCP) y del Montepio Geral.

A estos se les suma el Banco Portugués de Inversiones (BPI).

Así, el BCP cae de «Ba1» a «Ba3», y el BPI pasa de «Baa3» -todavía un escalón por encima del nivel de «bono basura»- a «Ba2», calificaciones que las señalan como inversiones no recomendables.

La nota del BPN baja de «B1» a «B3», y la del ESGF de «Ba2» a «B1», de forma que su valoración empeora y son consideradas ya como inversiones «altamente especulativas». La estatal CGD, el BES, el Santander Totta, el Montepio Geral y el Banco Internacional de Funchal (Banif), por su parte, vieron hoy caer su nota un peldaño. La calificación de la CGD pasa de «Ba1» a «Ba2», exactamente igual que le ocurre al BES, mientras que el Montepio Geral cae de «Ba2» a «Ba3», igual que el Banif.

El Totta, filial del español Banco Santander, baja de «Baa1» a «Baa2», con lo que es la única que escapa a la consideración de «bono basura» y se mantiene dos escalones por encima.

Además de cortar el «rating» de la deuda de estas nueve entidades financieras, Moody’s también rebajó la calificación autónoma de seis de ellos, en dos peldaños para el BCP, el BES y el BPI -los tres cotizan en la Bolsa de Lisboa- y en uno para la CGD, el Santander Totta y el Montepio Geral.

La agencia justifica esta decisión por los «riesgos» que corre el sistema bancario luso a la hora de implantar los planes acordados por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) junto a las autoridades lusas en virtud del rescate financiero, solicitado por Portugal el pasado abril.

«Los proyectos de desapalancamiento bancario estarían amenazados si las condiciones del mercado continúan frágiles», advirtió Moody’s.

En ese contexto, queda España en la mira. En su caso, a final de mes se cumplen 3 de las advertencias de Moodys con la posibilidad abierta de una rebaja en el rating. El deterioro de las condiciones en la eurozona puede reducir la calificación de la deuda soberana española por segunda vez en el presente ejercicio.

«La banca de Europa colapsa en 2 o 3 semanas»

En ese contexto, Robert Shapiro, un asesor del FMI afirma que la banca europea podría colapsar «en 2 o 3 semanas».

Desde su punto de vista, si los líderes europeos no solventan la situación de forma creíble, el sistema bancario la zona euro podría sufrir un colapso en las próximas 2 o 3 semanas.

«Si no pueden resolver la crisis de manera creíble creo que tal vez dentro de 2 ó 3 semanas vamos a sufrir un duro azote sobre la deuda soberana que provocará el colapso del sistema bancario europeo», señaló Shapiro. En este sentido advirtió que «no sólo estamos hablando de un banco belga relativamente pequeño, estamos hablando de los bancos más grandes del mundo, los mayores bancos de Alemania, los mayores bancos de Francia, que se extenderá al Reino Unido».

Ese efecto dominó se extendería por «todas partes», porque el sistema mundial financiero está muy interconectado. Así determinó que «todos los bancos que sean parte bancos importantes en USA y en Gran Bretaña, y en Japón, y en todo el mundo» se verán afectados.

Precisamente esta semana, Antonio Borges, director del Departamento Europeo del FMI, dijo que la banca de la UE podría necesitar entre 100.000 millones y 200.000 millones de euros. Los analistas de Bank of America Merrill Lynch estimaron que si la Eurozona entrase en recesión, sus entidades financieras necesitarían al menos 100.000 millones de euros mientras que JP Morgan apuntó que una situación extrema podría aumentar esta cifra hasta los 230.000 millones de euros, segun publica El Economista.

En estas circunstancias, el consejero del FMI, fundador de Sonecon, LLC y doctorado en Harvard, reconoció que «esta crisis es mucho más grave que la vivida en 2008». ¿El problema principal?, la incertidumbre. «Desconocemos las posiciones de los bancos mundiales y sus swaps contra el posible incumplimiento crediticio de la deuda soberana y en contra de los bancos europeos», señaló.

Por otro lado, el Gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King dijo anoche (6/10) que el mundo enfrenta la peor crisis financiera desde la década de los 30 o, incluso «de la historia». «Vamos a tener que lidiar con circunstancias muy inusuales, pero tendremos que mantener la calma para e intentar hacer lo correcto», apuntó el diario The Telegraph.

por NA