La economía mundial y su encrucijada europea

A medida que transcurren los días queda cada vez más en claro que Grecia se encuentra totalmente imposibilitada de hacer frente a su enorme deuda externa. Corresponde entonces preguntarse acerca de cuáles son los posibles cursos de acción esperables en un futuro.

Lo que debe quedar en claro que lo que ocurra con Grecia marcará el camino respecto a lo que va a suceder con los otros grandes deudores: Portugal, España, Italia e Irlanda.

La primera alternativa es que la Unión Europea le suelte la mano a Grecia y ésta entre en default.

Los mercados interpretarán que igual rumbo seguirán las otras economías deudoras y su default será inevitable.

Ello obligará a los gobiernos europeos a rescatar a los bancos acreedores como hizo Estados Unidos en 2008.

Probablemente, los países del sur de Europa saldrán del euro, lo cual podría terminar fortaleciendo a esta moneda pero habría saltar por los aires el ambicioso proyecto de la Unión Europea.

La segunda alternativa es que la Unión Europea respalde la deuda de los países miembro a cambio de unificar la política fiscal entre los estados del bloque.

Ello implicaría que los contribuyentes de Alemania, Francia y Holanda deberían hacerse cargo de una parte sustancial de los pagos de la deuda.

Por ahora, ninguna de las dos alternativas resulta políticamente viable.

De aquí que asistimos –y seguramente asistiremos por un tiempo- a una continua dilación de las decisiones de fondo mientras se espera se creen las condiciones que permitan optar por una de las dos posibles soluciones.
Fuente: www.agenciacna.com