Autoridades y especialistas chilenos reajustan variantes y examinan detalles para garantizar en los próximos días el rescate exitoso de los 33 mineros atrapados.
Según reporte de último minuto de André Sougarret, jefe de la operación de socorro en la colapsada mina del norte chileno, la perforadora T-130 debió reducir el diámetro de excavación para evitar el desgaste excesivo del martillo.
Señaló que la citada máquina llegó a los 466 metros de profundidad, de un total de 700 que deberá recorrer hasta la galería donde sobreviven 32 chilenos y un boliviano desde hace dos meses.
Informó además que se evalúa la conveniencia de encamisar o no el túnel de salida de los accidentados a través del cual pasaría la jaula o cápsula denominada Fenix, de 21,5 pulgadas de diámetro.
Según el ministro de Minería, Laurence Golborne, el proceso de encamisado del pozo tardaría hasta 10 días. De lo contrario, el rescate definitivo podría iniciarse unas 48 horas después de concluida la ampliación del ducto, lo que debe ocurrir el próximo fin de semana.
La expectación en Chile se acrecentó ayer tras las declaraciones del presidente del país, Sebastián Piñera, quien manifestó que el rescate de los mineros podría producirse antes del 17 de octubre, fecha de inicio de una gira suya por Europa. «Estamos muy cerca de rescatarlos», dijo.
Mientras, se trabaja en la habilitación de unidades asistenciales de Salud, incluido el hospital más cercano al yacimiento, perteneciente a la norteña provincia de Copiapó, región de Atacama.
Sobre los primeros auxilios el ministro de Salud, Jaime Mañalich, indicó que a los trabajadores se les tomarán diferentes pruebas para discernir si han tenido daños pulmonares o en la visión, dada la larga sobrevivencia en el fondo de la mina.
A comienzos de esta semana se habilitó además un helipuerto cercano a la zona de la tragedia con el fin de trasladar rápidamente a los obreros hasta las instalaciones sanitarias.
Fuente: Prensa Latina