La justicia belga investiga abusos de sacerdotes en Chile

El Ministerio Público de Bélgica pidió interrogar en Chile a posibles víctimas y testigos de abusos que se imputan al presbítero belga Alfonso Gielis, quien habría cometido las agresiones en un internado de la zona del Biobío. La investigación de Ciper confirmó que el sacerdote fue acusado por cuatro jóvenes en 1992 y que el juez Erasmo Sepúlveda lo sobreseyó, aunque Gielis admitió haber acariciado los genitales de los niños con sus manos y boca. El sacerdote fue trasladado al obispado de San Bernardo, donde ofició como capellán de un colegio hasta el año pasado, cuando fue retenido en Bélgica.
El Centro de Investigación Periodística de Chile,CIPER Chile, confirmó que la justicia de Bélgica investiga el abuso cometido por sacerdotes en el vecino país.

El artículo señala:

“Yo lo iba a matar”. La confesión brota ensombrecida por la angustia y el dolor en la voz del hombre que la pronuncia. Una angustia que lo ha acompañado desde hace más de 20 años, el mismo lapso en que ha intentado olvidar. Y en ese esfuerzo por burlar la memoria ni siquiera le ha contado a su mujer los abusos sexuales a los que fue sometido por quien tenía el deber de prodigarle amparo cuando él sólo era un niño. Pero ahora que un periodista lo pone de frente a esos recuerdos, el dique que ha construido termina cediendo. Y lo cuenta todo, incluyendo el plan que ideó para vengarse del sacerdote al que acusa.

Cuando supo que el cura belga Alfonso Gielis Nulens había sido trasladado a la diócesis de San Bernardo sin pasar un día en la cárcel, se obsesionó con hacer justicia. Después que hizo el Servicio Militar en Los Ángeles y de trabajar un tiempo en Chillán, fue tentado con una oportunidad laboral en Santiago. La tomó de inmediato. Criado en los verdes cajones cordilleranos del río Biobío, no lo entusiasmaban las modernidades de la capital. Lo que realmente deseaba era encontrar la parroquia en la que Gielis ejercía su ministerio. Y la encontró.

-Le hice guardia tres días. Era un domingo cuando lo encontré. Quería preguntarle por qué hizo lo que hizo. Quería encararlo. Me asomé por la puerta de la iglesia y lo vi dirigiendo la misa. Estábamos sólo a unos metros. Había muchas personas. No sé si él me vio. Pero me di media vuelta. Nunca más lo vi.

Tampoco volvió a pensar en darle muerte. Quería dejar ese pedazo de su historia atrás. Pero no ha podido. Por eso, hoy, cuando se entera por CIPER que el año pasado el cura Alfonso Gielis no pudo volver a Chile, que fue retenido en Bélgica y que la justicia de ese país investiga los abusos que habría cometido contra menores de un internado para niños pehuenche en la localidad de Santa Bárbara, vuelca sus recuerdos a condición de mantener bajo reserva su identidad.
Fuente: mdzol.com