Esta semana fue inaugurada la central nuclear Atucha II. La misma se encuentra a solo 100 kilómetros de una de las ciudades más grandes de Latinoamérica. Lo que la Presidenta no contó por Cadena nacional. La palabra de un experto en la materia.
Con bombos y platillos, la mandataria nacional, Cristina Fernández de Kirchner, por Cadena nacional “inauguró” la central nuclear, Atucha II.
A priori, parece un avance de alto nivel, sin embargo el Gobierno nacional prefirió ocultar una serie de cuestiones que dejan al desvelo la prolijidad en el tema energético.
Mientras que en Europa prefieren cerrar las centrales por los peligros que pueden originarse, en nuestro país parece que se mira para el otro. No hay que olvidarse del caso Fukushima, la central japonesa que tuvo en vilo a todo el mundo debido a la explosión de tres reactores e igualando en gravedad al accidente de la planta atómica de Chernobil.
A raíz de estos hechos y a la importancia que el Gobierno nacional le dio a este anuncio, Agencia de Noticias CNA conversó con Ernesto Boerio, coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace Argentina.
El experto manifestó que “Alemania determinó el apagado progresivo de las 17 centrales nucleares para el año 2022, también hizo lo mismo Suiza, y algo muy similar llevó adelante Italia. Luego de lo de Fukushima todos los países europeos apuestan a apagar las centrales, mientras tanto Argentina hace lo contrario”.
Contrariamente a lo que intenta hacer creer el Gobierno kirchnerista, para Ernesto Boerio, este anuncio “no es una señal de progreso como intenta hacerlo ver el Ejecutivo”.
Pero además, si bien Cristina Fernández de Kirchner hizo el anuncio nombrando la palabra inauguración, la realidad es que “fue más que nada un acto de campaña, recién ahora comenzaron a hacerse las pruebas de funcionamiento, Atucha II no está entregando energía al sistema interconectado”, confirmó Ernesto Boerio.
Lo más preocupante de este lanzamiento que el Gobierno festejó, es el peligro que corre la población de Zarate y sus alrededores, incluida toda la Ciudad de Buenos Aires.
Según el activista y profesional de Greenpeace, aseguró que “Atucha II tiene dos ejes de peligrosidad, uno basado en la contaminación que pueden llegar a producir los residuos radioactivos, y por otro lado la vulnerabilidad del reactor nuclear ante diferentes cuestiones; ya que son susceptibles a un ataque, a una falla humana o a un factor meteorológico”.
Continuando con los riesgos, con respecto a la ubicación de Atucha I y II, Boerio se quejó: “Al estar en Zarate, a solo 110 kilómetros de la Capital Federal, si hay un problema y se originan vientos hacia el sector de la Ciudad de Buenos Aires, tendríamos una nube radioactiva encima”, alertó.
Por último, Ernesto Boerio se refirió al plan que tiene en mente el kirchnerismo y que puede agravar la situación: “Atucha I y Atucha II están al lado y el Gobierno está pensando en crear una Atucha III, es decir se puede dar que haya tres centrales nucleares en un mismo lugar, lo que sería mucho riesgo para todos en general”.
Fuente: www.agenciacna.com