Cristina Fernández, mujer de negro

Ya lleva 341 días de un inmaculado negro. Desde que enviudó de Néstor Kirchner, el 27 de octubre de 2010, la presidenta Cristina Fernández mantiene un riguroso luto que apagó su lucido y descomunal vestuario. La mujer que ostenta un puesto en el top ten de los presidentes más fashion y superproducidos del planeta hoy sólo tiene un guardarropas monocromático al que, parece, no abandonará en lo inmediato.

El protocolo nada señala sobre el tiempo que debe mantenerse el luto, aunque su utilización como herramienta política no es nueva en la historia argentina. Pero no hay antecedentes en el país de un tan extendido duelo por parte de un presidente. El luto ¿eterno? de Cristina es un dato central de su actual imagen, sobre todo si se tiene en cuenta cómo lo está capitalizando en el año electoral por el que atraviesa el país.

Consultados por Día a Día, diversos especialistas aseguraron que la permanencia del luto está más relacionada con una estrategia política que con el significado que tiene en sí el duelo. Todos coincidieron en la empatía que se genera en la población hacia una persona que sufrió una pérdida, más aún si se trata de un personaje público como es el caso de la primera mandataria.

El politólogo Ignacio Liendo sostuvo que, a los efectos comunicacionales, el luto es uno de los anclajes fundamentales del kirchnerismo. “El efecto de la muerte sobre la política aún no está estudiado. Pero la política pasa por lo emocional, por eso el tema del luto es fundamental para los asesores de la Presidenta. Es la estrategia de campaña de ellos”, afirmó.

Ante la misma consulta, empleados de Protocolo, tanto del Gobierno de Córdoba como de la gestión municipal, minimizaron la continuidad del luto por parte de Cristina. “En los libros de Protocolo no hay nada estipulado. Habitualmente se estila un mes de luto, pero es una cuestión muy personal. Nadie ve mal que un mandatario, como cualquier otra persona, prolongue su luto el tiempo que lo crea necesario”, señalaron.
Los consultados no quisieron dar sus nombres: la reserva y el perfil bajo es una máxima de los encargados de esta área de Gobierno.

El respeto que impone la decisión de Cristina de prolongar el luto, incluso después de casi 12 meses de la muerte de Néstor Kirchner, hace que nadie se anime a preguntar por cuánto tiempo más seguirá con esa decisión. Su diseñadora de cabecera, la porteña Susana Ortiz, ya ni duda en seguir creando en base al negro solamente. Incluso uno de sus funcionarios más cercanos, el secretario de la Presidencia Oscar Parrilli, se animó a decir que para la titular de la Casa Rosada el luto tal vez sea un símbolo de unión con el legado que está obligada a continuar.

La licenciada Laura Malpeli de Jordaan, asesora de Imagen certificada por Colour Me Beautiful, consideró que el tema del luto tiene que interpretarse desde una finalidad política de apelar a la memoria de Néstor Kirchner. “Va más allá de lo que pueda llegar a inferirse a nivel protocolar. Esta percepción llega, incluso, a los públicos opositores o indiferentes a ella por lo que se asegura poder plasmar la imagen de luto en todos los electores”, detalló la experta.

Para el tanatólogo Ricardo Péculo, el luto es muy personal e individual. “El duelo fue cambiando con el correr del tiempo. Antiguamente se llevaba por dos años, uno de luto y después medio luto. Pero siempre fue muy personal. Hay personas que nunca abandonaron el luto y hasta algunas que se han casado de luto riguroso”, explicó el especialista en funerales y ceremonial.

De la primavera al invierno. De un día para el otro, la ropa de la jefa del Estado se apagó. De los colores estridentes, como el púrpura, el naranja o el fucsia, pasó lo monocromático. De pies a cabeza, el negro reina en ella, invadido apenas por un collar de perlas y el tradicional Rolex Presidente de oro amarillo. Aunque, claro, eso no significa que su vestuario no sea variado.

Desde la repentina muerte del ex presidente, Cristina se empeña a diario en resaltar su viudez. Siempre se la ve anclada al estricto luto, a tal punto que en una oportunidad pareció dispuesta a ceder ante la paleta de colores. Pero a las pocas horas volvió sobre sus tonos negros.

En febrero pasado, a poco de cumplirse cuatro meses del fallecimiento de su marido y antecesor, la jefa del Estado lanzó el programa Deportes para Todos, en la Casa Rosada. En esa oportunidad, lució una blusa negra con un volado central adornado con ribetes marfil (un blanco sucio). Esa fue la primera vez que rompió con el estricto uso del negro en sus atuendos. Sin embargo, ese mismo día, en otro acto, se cambió volviendo al oscuro total.

Para Liendo, ese suceso fue o un descuido (aunque aclaró que cuesta creerlo) o un testeo. “Si fue un sondeo, volvieron al camino del manejo formidable del simbolismo que tienen”, agregó el licenciado cordobés en Ciencias Políticas.

En la misma línea, Malpeli de Jordaan explicó que vestirse de luto es un claro y fuerte mensaje de unidad y cohesión de que se continuará por el mismo camino. “Por estos motivos, el luto de Cristina Fernández continúa vigente a casi un año de la desaparición física de Néstor Kirchner, apelando a su figura y con un sentido más profundo que trasciende la mera vestimenta en tono negro”, añadió.

El negro va con todo(s). A principios de octubre del año pasado, un 60,3 por ciento de la población argentina desaprobaba la gestión de Cristina. Al mes siguiente, pocos días después de que la Presidenta enviudara, el 57,4 por ciento la avalaba. En febrero pasado, a cuatro meses de la muerte de Kirchner, la imagen positiva de la titular de la Casa Rosada trepó al 55 por ciento.

Pero, ¿hasta cuánto durará el luto de la titular de la primera magistratura? Sólo ella lo sabe. Especulaciones, existen mil al respecto. Todas las teorías son políticas y, a juzgar por los hechos, el negro parece ser el color que mejor combina con todo.

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¿Qué es el luto?
»El luto es la muestra externa de los sentimientos de pena y duelo ante el fallecimiento de un ser querido.

»La elección del negro ante la muerte comenzó a usarse durante la Edad Media y se consolidó con la reforma protestante, en el siglo XVI. Luego la adoptó la Iglesia Católica y, finalmente, la costumbre se extendió.

»Según las creencias, el luto estricto dura un año y otro año de medio luto, cuando se incorporan otras tonalidades. Entre los colores de medio luto que pueden ir incorporándose están el gris, el violeta, el lila y el blanco.

»Uno de los casos célebres de luto casi indefinido es el de la Reina Victoria, quien mantuvo su vestimenta de riguroso negro por tres años al quedar viuda a los 42 años del Príncipe Alberto. Luego, mantuvo el medio luto por el resto de su vida, o sea, por 40 años más.

»En Portugal, la tradición dice que las viudas deben vestir de negro el resto de sus vidas. En algunas tribus de India, las mujeres suelen marcar para siempre su dolor mutilándose un dedo de la mano.

»En Argentina, la duración del luto sólo depende de la viuda.

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Del multicolor al apagado actual
La última vez que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lució colores en su vestimenta fue el 25 de octubre de 2010, dos días antes de que su marido muriera. Fue al inaugurar, en la localidad rionegrina de Pilcaniyeu, las instalaciones reactivadas de un complejo tecnológico de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Lució esplendida. La Presidenta de la que se constató que nunca repitió un modelo en sus múltiples actos usó los tonos terracotas (con marcada presencia del anaranjado) para un conjunto de pollera, camisa y saco de hilo con ribetes bordados. El equipo lo acompañó con un pañuelo al cuello.

Hoy, cambió ese irrepetible y colorido guardarropas por trajes sobrios, pantalones de corte recto o faldas de cintura alta y camisa sin escotes.

La mayoría de los modelos en negro están confeccionados en base a gasas, sedas, crepes y brocados. Algunos sacos también están realizados en géneros labrados que le dan un aire renovado al oscuro. En cuanto al calzado, todo negro por supuesto, predomina el stilleto de taco alto y los zapatos cerrados altísimos y con plataforma.

Antes de que Néstor falleciera, exactamente 24 horas antes, el matrimonio presidencial cumplió con su rutina de pueblo. Salieron, solos, a tomar un café a su habitual bar de Río Gallegos. Allí charlaron y saludaron a la gente que se les acercó. Entre ellos, un joven matrimonio con un bebé con quienes se sacaron una foto (abajo). La última instantánea de Néstor vivo. Por esas cosas del destino, CFK ya era la mujer de negro.

Fuente: http://www.diaadia.com.ar