En un «retiro espiritual» con el gabinete porteño, el líder de Pro festejó una suba en las encuestas. Sin celulares, secretarias ni reuniones durante diez horas, Mauricio Macri reunió ayer a su gabinete ampliado para uno de esos «retiros espirituales» que suele llevar a cabo de vez en cuando para «motivar a la tropa» y proyectar sus pasos futuros.
Esta vez, las instalaciones del club Buenos Aires Golf, ubicado en Bella Vista y propiedad de su hermano Gianfranco, fueron la sede de un encuentro con contenido diferente. Contento por las encuestas que registran un aumento en su imagen positiva , Macri pidió a sus ministros y dirigentes «redoblar el esfuerzo» durante los próximos cuatro años, que según evaluó serán «muy duros», dijeron a LA NACION tres fuentes del macrismo. Pero dejó una puerta muy abierta a «mejorar al diálogo» con el gobierno nacional, con el que parece vivir una primavera de buenas intenciones desde su triunfo del 31 de julio y el de la Presidenta en las primarias abiertas, quince días después.
Puntuales, apenas pasadas las 8, llegaron al club bonaerense todos los ministros del gabinete macrista. Se sumaron Gabriela Michetti, hoy una suerte de «embajadora itinerante» de Pro en el interior del país, y los secretarios Marcos Peña, Pablo Clusellas, Andrés Ibarra y Miguel de Godoy. Luego del café y las medialunas, Macri los arengó. «Les pido compromiso y redoblar el esfuerzo con más energía. Se vienen cuatro años muy duros», dijo, según las fuentes. Se analizaron la «debacle» de los presidenciales de la oposición y la nueva relación con el gobierno nacional.
No se habló, al menos por lo que trascendió, de eventuales cambios en el gabinete al comenzar el segundo período de gestión. Tampoco estuvieron invitados algunos de los que se mencionan para integrar ese eventual futuro gabinete, como el bonaerense Emilio Monzó (como ministro de Gobierno). «No hay nada raro, sólo se invitó a la gestión actual», desmintieron cerca del jefe de Pro.
Fue entonces cuando Macri dejó clara la estrategia para el futuro. «Hay predisposición a mejorar el diálogo con el Gobierno, si es que ellos quieren dialogar», afirmó el jefe de gobierno. Y adelantó que desde su lugar hará «los mayores esfuerzos» para tener un vínculo fluido y poder así cumplir con algunas de las promesas de campaña.
Antes del almuerzo (sin vino pero con plato a elección entre risotto y lomo), Peña trajo a consideración encuestas recientes que hablan de una imagen de Macri y de su gestión, que supera el 70 por ciento de opiniones positivas.
Fuente: lanacion.com