Piden seis años de prisión para el cuñado y el hermano de María Marta

La fiscal Zyseskind reclamó la misma pena para el médico Juan Gauvry Gordon. Mientras que para John Hurtig y el vecino Sergio Binello pidió cinco y cuatro años y medio de cárcel. En cambio, solicitó la absolución de la masajista.

El juicio por el encubrimiento del crimen de María Marta García Belsunce entró en la recta final. Ayer, la fiscalía abrió la etapa de alegatos y pidió penas de hasta seis años de prisión para tres familiares, un amigo y el primer médico que revisó a la víctima. En tanto, solicitaron la absolución de la masajista Beatriz Michelini.
La fiscal Zyseskind pidió al Tribunal Oral 1 de San Isidro seis años de cárcel –la pena máxima para el encubrimiento agravado– para el cuñado Guillermo Bártoli, el hermano Horacio García Belsunce (h) y el médico Juan Ramón Gauvry Gordon, para quien también solicitó la inhabilitación para ejercer la medicina durante el mismo período de tiempo. En tanto, para el medio hermano de la víctima, John Hurtig, reclamó cinco años de prisión, y cuatro años y medio para el vecino y amigo de María Marta, Sergio Binello.
A estos cinco imputados, la fiscal los acusó como autores del delito de encubrimiento agravado.
Distinto fue el caso de Michelini, la masajista de María Marta que el 27 de octubre de 2002 llegó al Carmel para una sesión con su clienta y terminó intentando reanimarla y lavando la escena de lo que había sido un crimen.
La fiscalía no la acusó y pidió su absolución porque no se pudo acreditar que ella haya lavado el baño sabiendo que María Marta había sido asesinada de seis tiros en la cabeza, sino que pensó que había sido un accidente en la bañera como le planteó la familia.
Si bien se especulaba con la posibilidad de que hoy mismo la fiscalía pidiera un adelanto del veredicto y detenciones, Zyseskind solicitó que, de ser hallados culpables, los imputados sean detenidos pero cuando los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia, den a conocer la sentencia.
Tras cuatro meses de debate, la jornada del alegato fiscal se inició pasadas las 10 de la mañana con la asistencia de los seis acusados, como cuando empezó el juicio el 18 de mayo. Pese a que a su lado estuvieron los fiscales de Pilar Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez, Zyseskind fue la única oradora durante más de cuatro horas.
Respecto a Bártoli, la fiscal lo ubicó tanto a él como también a su esposa y además medio hermana de María Marta, Irene Hurtig, en la escena y en el momento del crimen. Sin embargo, la mujer no está siendo juzgada en este debate.
La clave para esta afirmación fue la grabación de la llamada que Carrascosa hizo a OSDE pidiendo una ambulancia a las 19:07, en la que de fondo se escucha a un hombre y una mujer decir frases que sugieren que se estaba manipulando el cuerpo de María Marta.
“Cerrá la puerta… Está muerta”, dijo la fiscal que se le escucha decir a Bártoli y afirmó que a partir de allí el cuñado “inició las maniobras tendientes a encubrir el homicidio” y “montó una escena” para la masajista y todos los que llegaron después. También lo acusó de haber instalado “la idea de que María Marta era torpe y que fue víctima de un accidente”, y le atribuyó “la obtención de un certificado de defunción falsificado”.
Sobre este punto, dijo que en la primera funeraria a la que concurrió para pedir ese certificado, Ponce de León, de Pilar, el cuñado dijo que “no quería intervención policial” y que en la segunda, Casa Sierra, mintió diciendo que su cuñada “se había muerto de un paro cardíaco en la ducha”.
Además, la fiscal le atribuyó a Bartoli “haber movido el cuerpo de la víctima”, “haberle cambiado las ropas y ordenado a las mucamas, después del velatorio, que limpiaran la casa” y “se deshicieran de un pantalón manchado con sangre” que pertenecía a Carrascosa.
Zyseskind consideró también que Bártoli y Carrascosa inventaron “coartadas” –como la que aseguraba que se quedaron viendo tras el River-Boca un segundo partido–, para desligarse del hecho.
Con respecto a Horacio García Belsunce y John Hurtig, la fiscal dio por probado que ocultaron una prueba clave al arrojar el “pituto” (la bala que rebotó en la cabeza de la víctima) por el inodoro. A Horacio y al vecino Binello, la fiscalía los acusó de haber ordenado “parar a la policía”.

Fuente: Tiempo El Argentino