Y la “bicicleta” de Damiao. Alrededor de 55 mil personas vivieron una fiesta en el Mario Kempes, que observaron un flojo 0 a 0 entre Argentina y Brasil, en el partido de ida del Superclásico de las Américas. El “9” brasileño tiró un lujo memorable.
Otra vez el marco superó al cuadro. En este caso, por lo que sucedió anoche en el estadio Mario Kempes, donde los amantes del fútbol llenaron las tribunas del Chateau, las 55 mil personas que asistiero fueron las grandes protagonistas del partido que terminó 0 a 0, en el partido 100 entre Argentina y de Brasil.
Quizá cuando compraron las entradas esperaban ver a Juan Román Riquelme y a Juan Sebastián Verón con la camiseta de la selección argentina. No estuvieron, pero sí se vieron ráfagas de Ronaldinho y de Neymar, las grandes figuras de Brasil. El resto de los protagonistas, para el común del hincha, había que preguntar dos veces al de al lado para saber de quién se trataba.
Así pasó el partido de ida del Superclásico de las Américas, que se jugó en un Chateau que se vistió de fiesta. La gente se divirtió más haciendo la ola en las tribunas, que lo demostrado por los jugadores dentro del campo de juego.
Quedó muy en claro que los mejores futbolistas de ambos países no estuvieron en Córdoba. ¿Cuántos jugadores de anoche utilizarán Alejandro Sabella y Mano Menezes en las eliminatorias que comenzarán el mes que viene? Muy pocos.
En el debut de Sabella como local, utilizó demasiado defensores (cinco), tres volantes y dos delanteros. Se movieron bien en bloque y el DT cumplió.
La gran preocupación se la llevaron Miguel Ángel Russo, DT de Estudiantes, y Ricardo Gareca, DT de Vélez, que habrán visto el partido por TV. Es que Mauro Boselli y Juan Manuel Martínez (el mejor de los argentinos que jugaron anoche) no terminaron el partido por sendas lesiones.
Faltó el jugador local
El público cordobés se quedó con las ganas de ver algún futbolista con tonada. De los convocados por Sabella, el único de la provincia de Córdoba fue Marcelo Barovero, el arquero suplente que ni siquiera entró. ¿Se imaginan lo que hubiera sido ver al “Mudo” Vázquez con la celeste y blanca? Hubiera sido lindo, pero el DT prefirió a otros de méritos más inferiores.
El domingo pasado, César “el Picante” Pereyra le hizo dos goles a Independiente en el mismo escenario que anoche jugaron Argentina y Brasil. El delantero del Pirata estaba en la cancha observando como un hincha más el partido. “¿Y si entrás?”, le habrá preguntado algún hincha que lo reconoció en la tribuna. Quizá él tenía la llave para abrir el cero en el marcador.
Para los que pagaron la entrada, valió cada peso el lujo que tiró Leandro Damiao en el segundo tiempo: hizo una “bicicleta”, con sombrero incluido a un defensor argentino, y al rematar, la pelota dio en el palo. Un lujo para aplaudir de pie, como lo hizo todo el Kempes.
Fuente: Mundo D