Otro sospechoso fue acusado como partícipe necesario del homicidio

Se trata de Alberto Fabián Espíndola, aprehendido el lunes en el Hospital de Haedo. Así se suma a Néstor Ramón Altamirano, Gladys Cabrera y Hugo Bermúdez. Los peritos analizan elementos secuestrados en varios allanamientos.

Alberto Fabián Espíndola, de 31 años, se convirtió en el cuarto detenido por el crimen de Candela Sol Rodríguez, de once años: quedó formalmente imputado como partícipe necesario del homicidio, el mismo delito que se le atribuye al resto de los sospechosos que continúan tras las rejas: Gladys Cabrera, Néstor Ramón Altamirano y Hugo Bermúdez.
En tanto, los investigadores del secuestro y asesinato de la chica estuvieron abocados en la jornada de ayer a analizar los elementos secuestrados el lunes, en el marco de varios allanamientos en distintos puntos de Hurlingham.
Espíndola fue detenido el lunes a la tarde en el Hospital de Haedo, donde le habían realizado curaciones luego de haber recibido una golpiza, aunque sus heridas ya no revestían gravedad y estaba sólo en observación. Tal vez por eso el hombre intentó resistirse ante los policías que fueron a apresarlo.
Fuentes del caso dijeron que el sospechoso había sido atacado luego de alardear frente a un grupo de personas que estaba relacionado con el caso Candela.
Ayer, el imputado fue indagado en la Alcaidía de los Tribunales de Morón por el fiscal Marcelo Tavolaro. Al igual que en los últimos días, los teléfonos de los funcionarios de la fiscalía estuvieron cerrados. Por eso, las fuentes consultadas no pudieron establecer qué declaró o si se negó a hacerlo por recomendación del abogado. De todas maneras, sí trascendió que ayer volvió a declarar Carola Labrador, la mamá de Candela.
Lo cierto es que el juzgado de Garantías –a cargo de Alfredo Meade- convalidó el pedido de Tavolaro para que quede preso como partícipe necesario del crimen. De no cambiar la calificación, esperará el juicio oral tras las rejas al igual que el carpintero Altamirano, Cabrera y Bermúdez, señalado por un testigo de identidad reservada como el autor material del crimen.
Si bien el móvil del crimen aún es un misterio los investigadores se mostraron conformes con los últimos operativos: “Los resultados de los allanamientos del lunes fueron positivos. La investigación está bien encaminada”, confió un vocero judicial, aunque también confesó que todavía “hay muchas hipótesis abiertas y del análisis del material secuestrado podremos ir cerrando las puntas”.
La fuente se refiere a los ocho procedimientos realizados en diferentes barrios del partido de Hurlingham. En ese marco, la policía volvió a allanar la casa de Kiernan 992. Otro de los domicilios inspeccionados por la Bonaerense fue el de Minoguyen 2281 donde secuestraron una computadora y teléfonos celulares.
Luego, los agentes se trasladaron a una vivienda a cinco cuadras de allí de donde se llevaron otros dos teléfonos. Los demás operativos se realizaron en Malaspina al 3400, Cañada de la Cruz al 2400 y en Cellini 4085. De estos lugares, la policía también se llevó ropa, agendas, cuchillos y hasta restos de prendas de vestir quemadas, así como también algunos discos compactos, una cámara de fotos, una decena de cintas de video, una bolsa repleta de fotografías, rollos y álbumes de fotos
Además, el fiscal ordenó extracciones de sangre e hisopados bucales a Bermúdez y Espíndola; y pidió que se reiteren los cotejos de los estudios de ADN con el carpintero Altamirano y Gladys Cabrera

Fuente: El Argentino