(AFP) – MARSELLA, Francia — El FMI urgió el viernes a los países ricos, amenazados por la crisis de la deuda en la Eurozona y por la recesión, a actuar «con audacia» para reactivar sus economías, antes de una reunión de ministros de Finanzas del G7 en Marsella (sur de Francia).
«El mensaje clave que quiero transmitir hoy día es que los Estados deben actuar ahora y actuar con audacia» en momentos en que la economía mundial «pasa por una fase llena de peligros», afirmó la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde en un discurso en el londinense instituto Chatham House antes de viajar a Marsella.
Lagarde reafirmó la necesidad de una recapitalización de los bancos europeos, mal recibida por el sector bancario.
«Frente al aumento de los riesgos e incertidumbres y a la necesidad de convencer a los mercados, algunos bancos necesitan reforzar su capital», afirmó Lagarde al evocar los riesgos que corren los establecimientos europeos debido a la crisis de la deuda en la zona euro que reagrupa a 17 países.
En esa misma dirección se pronunció el jueves Estados Unidos.
El secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, instó a Europa a asumir «un compromiso inequívoco para respaldar el sistema financiero europeo».
Horas antes de la reunión de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los siete países más industrializados del planeta (Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña), que comenzará a las 16H00 locales (14H00 GMT), Lagarde los exhortó a actuar coordinadamente para la «consolidación presupuestaria» y advirtió que «el riesgo de recesión es superior al de la inflación».
«Los Bancos Centrales deben estar dispuestos a adoptar más medidas para apoyar el crecimiento, incluido a través de medios no convencionales», agregó Lagarde, refiriéndose a la eventualidad de emisión de moneda en las economía vacilantes.
El jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también revisó en fuerte baja sus previsiones y admitió el riesgo de que algunos países ricos caigan en una nueva recesión y de que la crisis de la Eurozona se agrave.
Tras alertar sobre el «enorme grado de incertidumbre» que pesa sobre la economía mundial, el Banco Central Europea (BCE) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para 2011 en la zona euro pasando en tan sólo tres meses de una previsión del 1,9% al 1,6%.
Para 2012, el BCE prevé un crecimiento del PIB en la región del 1,3% contra el 1,7% anteriormente.
En cambio Lagarde saludó el plan anunciado el jueves por el presidente estadounidense Barack Obama para reactivar el mercado laboral de la primera economía del mundo que registra una tasa de desempleo del 9,1%.
El plan de 447.000 millones de dólares que contempla recortes de impuestos para trabajadores y empresarios e inversiones en infraestructura y recontratación de maestros y policías y la creación de un banco de obras públicas, pretende «poner más gente a trabajar y más dinero en el bolsillo de los que están trabajando», sostuvo Obama, aspirante a su reelección en 2012.
La bolsa de Nueva York, que concluyó su sesión antes del discurso de Obama, terminó a la baja el jueves.
Esa tendencia siguieron la bolsa de Tokio (-0,63%), la primera en abrir tras el plan de reactivación económica anunciado por el presidente estadounidense, y luego las principales bolsas europeas.
La reunión del G7 tiene lugar en momentos en que las principales economías europeas tratan de sacar adelante planes de austeridad económica y reformas que incluyan la «regla de oro» para garantizar el equilibrio presupuestario.
España votó esta semana la reforma de su Constitución de 1978 para incluir ese mecanismo, impulsado por Francia y Alemania. El gobierno italiano también la aprobó pero ahora irá al Parlamento.
Francia se convirtió además el jueves en el primer país de la Eurozona en aprobar definitivamente el plan de rescate a Grecia -el segundo por 160.000 millones de euros que entrará en vigor en 2012-.