“Yo vi mi viejo laburando toda la vida en el colectivo. Tenía que dar él los boletos y no tenía tendinitis de nada. Era más difícil hacerse el revolucionario porque no había gobiernos democráticos. Cuando hay gobiernos como el nuestro que no reprime la protesta social, ser revolucionario es lo más fácil que hay. Yo que nunca quise ser revolucionaria sino que soy peronista nomás sigo apostando a la contemplación del otro”, remarcó Cristina.
Sobre el final de su discurso, la Presidenta también criticó a los trabajadores del subte que esta mañana no recargaron las tarjetas del sistema SUBE porque les provoca “tendinitis” y pidió “pensar en los demás”
Fuente: lapoliticaonline.com