Es tan dominante el caso Candela en los diarios matutinos que hoy, que la noticia no falta en ninguna tapa. En la mayoría ocupa la apertura, aunque hay otros que sólo le dedican su focal o algún título secundario.
Los que más espacio y grandes tipografías le brindan son los tabloid populares, cuya apetencia por lo policial es innata, pero el resto de los periódicos no se quedan atrás, inclusive los económicos, habitualmente más fríos, como por ejemplo El Cronista que titula «Huevazos a la Bonaerense, silencio oficial y sin pistas firmes por el crimen de Candela».
Hay títulos que van más por el lado testimonial y genérico, como La Nación («En el triste adiós a Candela, masivo reclamo de justicia»), muy parecido al de La Prensa («Dolor y reclamos de justicia por Candela») y al de BAE («Dolor e impotencia en el reclamo de justicia por Candela Rodríguez»).
. Pero más allá de los títulos híbridos de Página 12 («Relaciones peligrosas») y de Crónica («¿Quién tuvo la culpa?»), los demás arriesgan hipótesis por el lado del «ajuste de cuentas» (expresión que usa en su título Ambito Financiero), Muy habla de «venganza narco» y los habitualmente tan antagónicos Clarín y Tiempo Argentino coinciden en un título casi calcado («Crimen de Candela: investigan si fue una venganza narco», pone el primero; «Caso Candela: investigan si fue una venganza narco», titula el segundo) y, además, apelan a idéntica tipografía.
. Libre y Diario Popular, por su parte, ponen el foco sobre el padre de la nena asesinada. El primero usa un textual como título: «No soy buchón» y el segundo informa que «entregó una lista de cinco sospechosos». En Clarín y en Tiempo consignan que «el padre de Candela es representado por un abogado que integra el estudio de Carlos Telleldín, el reducidor de autos que estuvo detenido por el atentado a la AMIA».
. En Página 12, Raúl Kollmann apunta a que todas las miradas se posan en «los vínculos del padre» y Emanuel Respighi alienta a «repensar el periodismo televisivo» por su «voracidad para correr más de la cuenta detrás de la noticia». En tanto que Jorge Lanata, en Libre, escribe que «la respuesta del Estado a un secuestro extorsivo no es una entrevista con la presidenta o el gobernador».
. Clarín vuelve a armar su apertura y «tema del día» con el caso del que habla el país, al que le dedica 5 páginas. En la nota de arranque, sus autoras Virginia Messi y Candelaria Schamun plantean que «una de sus tías es la novia de un hombre con antecedentes por narcotráfico. El fue secuestrado hace dos meses por una banda mixta de narcos y ex policías. El crimen de la nena sería la continuación de ese caso», una hipótesis que La Nación ya había esbozado días atrás.
. La Nación tampoco le retacea espacio a la trágica noticia. Nuevamente es su tema dominante de tapa, a cuatro columnas hasta abajo, con dos fotos y tres materiales que ya desde el vamos muestran su gran valor agregado en el peso de opiniones propias especializadas sobre la policía, la Justicia y el impacto sobre el gobierno nacional.
. En el interior de La Nación, hay tres surtidas páginas de desarrollo: «El hombre ahora bajo la lupa -apuntan Gabriel di Nicola y Gustavo Carabajal en la crónica principal- tuvo una relación sentimental con Carola Labrador, la madre de Candela, y había sido investigado por robo calificado y tenencia de estupefacientes. Se convirtió, así, en el tercer posible eje de una venganza en la que Candela habría sido la moneda de cambio». Se refieren a la hipótesis de «los supuestos cómplices del padre» en una banda de piratas del asfalto, «y también un personaje relacionado con otro familiar cercano de Candela, acusado de traficar droga en la villa Corea, del partido de san Martín».
. Fernando Rodríguez brinda un adecuado contexto de la impotencia estatal ante esos terribles indicios: «Sin cuerpos propios de detectives en condiciones y en número suficiente como para encarar investigaciones autónomas con estricto control de un fiscal, el Ministerio Público, que en Buenos Aires encabeza la acción penal, depende de lo que la policía le lleve» y agrega que «ayer, el jefe de fiscales de Morón dio claros indicios de que el desenlace no había dejado a la Justicia y a la policía en la misma vereda».
. Por su parte, Mariano Obarrio cuenta que la Presidenta «cerró filas» con Daniel Scioli», aunque «si bien los principales funcionarios lo niegan, en las segundas líneas admiten que preocupan las ‘fallas’ de las fuerzas policiales para prevenir y para investigar estos crímenes aberrantes».
. La tremenda declaración de una vecina, que Gary Shea incorpora a su crónica sobre el entierro de Candela, pone sobre la mesa las oscuridades del caso y el malestar social que quedó flotando. «Una chica empezó a gritar que había que linchar a la madre de Candela -dijo una joven en el cementerio Parque Municipal de Hurlingham, tras el sepelio-. Yo la frené y le dije que no era el momento, aunque estoy de acuerdo, ya que el padre y la madre tuvieron la culpa. Todos sabían en qué andaba esa familia».
. Varios diarios destacan lo que le gritaron a la mamá de Candela en medio del entierro: «¿Por qué no entregaste la plata?», lo que precipitó un forcejeo que hizo todo más doloroso y todavía más oscuro. Anoche, la agresión al subjefe de la Bonaerense, mostró que el aberrante crimen es como un terremoto, cuyas réplicas continuarán, y con eventuales daños colaterales.
. En Página 12, Raúl Kollmann apunta a que todas las miradas se posan en «los vínculos del padre» y Emanuel Respighi alienta a «repensar el periodismo televisivo» por su «voracidad para correr más de la cuenta detrás de la noticia». En tanto que Jorge Lanata, en Libre, escribe que «la respuesta del Estado a un secuestro extorsivo no es una entrevista con la presidenta o el gobernador».
El excluyente caso Candela manda a un segundo plano los «gestos de armonía del Gobierno con los industriales, según Clarín, anoche en Tecnópolis en la celebración anticipada del Día de la Industria (apertura en BAE) y los resultados definitivos del Censo 2010 (en los 40.117.096 habitantes que ahora somos «hay 100 mujeres por cada 95 hombres», según destaca La Nación)..