Buscan incrementar las exportaciones de calzado

Con la producción en crecimiento y las importaciones estancadas gracias a los frenos que protegen su industria, los fabricantes de calzado comenzaron a alimentar sus sueños exportadores. Si bien ya se enviaron los primeros embarques a nuevos destinos, como China y Japón, el mercado externo todavía no tiene un peso importante en el conjunto de la industria.

Al inaugurar el 6° Foro Internacional de Cámaras del Calzado de América latina, que este año se realiza en Buenos Aires, el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, pronosticó que este año «la producción será de 115 millones de pares», lo que representa un incremento del 9% respecto de 2010. «Tenemos un plan de acción: la promoción de las exportaciones y el control de las importaciones», agregó.

El secretario de la entidad, Horacio Moschetto, dijo luego a LA NACION que las importaciones rondarán este año los 20 millones de pares, un volumen similar al del año pasado. «La expectativa está puesta ahora en exportar a nuevos mercados, como China y Japón. Hoy estamos exportando menos de 2 millones de pares y el anhelo es poder superar esa cifra», añadió.

El auge del polo en China abrió una oportunidad para la exportación de botas para ese deporte (la firma El Resero ya inició contactos), así como la afición por el tango crea un mercado en Japón. Pony envió el primer embarque con 10.000 zapatillas de cuero a China, que se caracterizó por series cortas que no son viables para la producción de gran escala de las fábricas de ese país. También Distrinando tiene contratos con China, mientras que la empresa de alpargatas Las Páez vendió a Japón y Hong Kong, entre otros. Según Moschetto, no hay riesgo de que Pekín tome hacia el calzado argentino medidas de reciprocidad frente a las barreras que impone el Gobierno «porque para ellos es un volumen casi insignificante».

El plan 2020, elaborado por el Ministerio de Industria y compartido por los empresarios, estipula que la Argentina debería llegar a ese año con una exportación de 50 millones de pares anuales, un ambicioso crecimiento del 2400 por ciento.

PROTECCIÓN

Más allá de este objetivo, si algo quedó claro en las jornadas que comenzaron ayer es que tanto los empresarios como los funcionarios, dirigentes y analistas que se dieron cita en el Marriott Plaza coinciden en la necesidad de sostener las medidas de protección comercial. Según Sellaro, gracias a las medidas antidumping «se consiguió frenar la avalancha de productos de origen chino».

Por su parte, el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, remarcó que «hay un seguimiento en conjunto de las licencias no automáticas de 29 productos» y contó que monitorean y aplican «un importante control» a 100 importadores. «Hay que profundizar estas medidas», dijo.

La defensa de este tipo de medidas fue encarada también por otros oradores, como el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, y el ex ministro de Economía Miguel Peirano. «Hoy al sector político no hace falta convencerlo, sólo hay que marcarle algunas cosas para corregir. Pero a la que tenemos que convencer es a la gente. El sector industrial en este país está denostado por derecha y por izquierda», dijo De Mendiguren, luego de elogiar al Gobierno y cuestionar a las administraciones de Menem y De la Rúa.

Según Peirano, muchas empresas extranjeras (como Adidas, Nike o Converse) comenzaron a fabricar en la Argentina «porque existían esas medidas de protección, pero la verdad es que también les convenía en términos de rentabilidad», ya que acá producen más barato de lo que importaban.
Fuente: lanacion.com