El aumento se consensuó en un 25 por ciento, tras arduas negociaciones entre sindicalistas y empresarios. El nuevo ingreso se abonará en una sola cuota.
Sindicalistas y empresarios acordaron anoche en el Ministerio de Trabajo un nuevo salario mínimo, vital y móvil de 2.300 pesos a partir del 1 de agosto, lo que representa una mejora del 25 por ciento, informó el titular de esa cartera, Carlos Tomada.
Las partes convinieron que el nuevo ingreso se abone en una sola cuota y producir en 10 días “la adecuación del salario por hijo”, indicó el ministro.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien estuvo en la sede ministerial, felicitó a las partes por el acuerdo. “Felicito a todos por habernos podido encontrar aquí, en el Consejo, por octavo año consecutivo y felicito la participación de la CTA en la firma del nuevo acuerdo en esta oportunidad”, dijo la Presidenta, quien estuvo acompañada por el ministro de Economía, Amado Boudou.
“Los argentinos comenzaron por primera vez en mucho tiempo a pensar un país a largo plazo”, expresó y se comprometió a “seguir haciendo correcciones para mejorar el camino”.
La CTA aseguró que el acuerdo se logró “gracias a una propuesta” de la central que permitió “avanzar en la negociación a partir de que el Gobierno nacional se comprometió a tratar en los próximos días la modificación en el tope de las asignaciones familiares”.
Las partes reanudaron el diálogo pasadas las 17, luego de un primer fracaso por la fijación del nuevo piso salarial. Con la presencia desde un primer momento del ministro Tomada, sindicalistas y empresarios iniciaron la reunión pasadas las 15, después de la llegada del secretario general de la CGT, Hugo Moyano. Pero minutos después finalizó el encuentro ante las posiciones tan diferentes entre las partes y se programó una segunda reunión para las 17, previo exhorto del titular de la cartera laboral de buscar un consenso.
En la primera reunión, la CGT y la CTA de Hugo Yasky pidieron en forma conjunta un aumento de 41 por ciento para llevar el salario mínimo, vital y móvil de los 1.840 pesos actuales a 2.600 pesos. Los empresarios encabezados por la Unión Industrial y cámaras de los sectores agropecuario, comercial, financiero y de la construcción, en cambio, propusieron un 19 por ciento, con lo que el haber mínimo pasaría a 2.189 pesos. Una diferencia de 22 por ciento, equivalente a 411 pesos.
Ante la imposibilidad de un acercamiento inicial, las autoridades laborales propusieron la segunda reunión y amenazaron con laudar en las negociaciones y establecer por decreto el salario mínimo. Tomada habría recibido directivas en ese sentido a partir de una reunión imprevista a primera hora de la mañana a la que lo citó la presidenta Cristina Fernández.
Desde el 2003, el Ministerio de Trabajo convoca anualmente al Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo. El último acuerdo que llevó el piso salarial a 1.840 pesos contó con la presencia imprevista de la Presidenta, quien sumó su firma al acta.
Ayer, al promediar las negociaciones, el titular del sindicato de los judiciales y directivo de la CGT, Julio Piumato, consideró que los empresarios estaban “duros” para aceptar un acuerdo. Yasky, por su parte, sostuvo que con la CGT decidieron unificar el reclamo en 2.600 pesos, aunque su sector pretendía llegar a los 2.700 pesos. “Era lo más inteligente unificar el reclamo, ante la gran diferencia con el porcentaje que plantea el empresariado”, comentó.
El argumento de los empresarios se centró en que el salario mínimo aumentó nueve veces desde 2002; en que es el más alto nominalmente y el de mayor poder adquisitivo de América latina, y en que frente al contexto internacional de crisis financiera “conviene no incrementar sino conservar” el poder de compra.
Fuente: lavoz.com