La emisión de esta herramienta financiera requerida por la Europa-pobre y capaz de sociabilizar los riesgos financieros comunitarios fue descartada por la Europa-rica. ¿De que hablamos cuando hablamos de bonos-comunes?.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Los países más vulnerables de Europa vieron sus intenciones de que Europa cree eurobonos que le permitan recibir la protección de los más sólidos, frustradas cuando este martes (16/08) la propuesta fue descartada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, pese a contar con un creciente apoyo.
La creación de los eurobonos supondría que el conjunto de los países de la zona euro, que comparten la misma moneda, emitirían los títulos de la deuda conjuntamente en vez de tener que hacerlo país por país.
Cuando un Estado necesita dinero para financiar su déficit anual, pide prestado a los mercados financieros mediante la emisión de títulos que pueden suscribir los bancos, los fondos de inversiones, de pensiones o inversores cualificados.
Cuanta más confianza inspira un Estado en cuanto a su capacidad de repago, -ya sea porque su deuda es pequeña en proporción a su PBI o su economía dinámica-, más bajos son los tipos de interés que paga. Una Europa unida como parte deudora presentaría mejores condiciones para acceder a financiación que sus partes por separado (principalmente, sus “peores partes”).
Caso contrario, como sucede con España o Italia, o la misma Grecia, Irlanda o Portugal -los rebautizados PIIGS-, han visto cómo crecía la prima de riesgo -el diferencial que pagan con respecto al bono alemán de 10 años, considerado de referencia- en pocas semanas, lo que dificulta el acceso a los mercados y conlleva a la larga recurrir a ayuda externa.
Ante esas disparidades, máxime cuando todos a la larga quedan bajo el paraguas del mismo fondo de contención, son varias las autoridades que vienen proponiendo la creación de eurobonos. La ventaja es que se socializan o mutualizan los riesgos y se evitan las crisis, al proteger a los países más frágiles de los ataques especulativos.
Los tipos de interés para tales emisiones vendrían marcados por el promedio de los rendimientos de los diferentes Estados que participan. Bueno para los peores, malo para los mejores.
En el caso concreto de Europa, la emisión de eurobonos claramente perjudicaría a Alemania, que se beneficia de los tipos de interés más bajos por su exclusiva calidad de tenedor de una calificación AAA, la máxima posible, a diferencia de sus pares europeos (Francia ve la suya amenazada con una rebaja similar a la sufrida por USA).
Resulta que los eurobonos, algo reclamado por pràcticamente todos, menos Alemania, que es quien cargarìa con el peso de pagar la cuenta, le costarìan a este ùltimo paìs unos 47.000 millones de euros adicionales en intereses, razòn màs que suficiente para que la canciller alemana negase ayer tajantemente que los eurobonos sean una buena opción para la zona euro.
El Tesoro Germano hace este cálculo tomando como referencia el diferencial promedio del bono alemán (el de 10 años, 5 años y 2 años) tal y como estaba a finales de julio respecto del de la zona euro. De esto resulta un diferencial del bono alemán de 2,3 puntos con un vencimiento a 7,5 años. En este escenario y suponiendo que el eurobono pagase la misma rentabilidad que la media de la zona euro, Alemania se financiaría 2,3 puntos por encima de lo que lo hace actualmente y eso supone unos 47.000 millones.
Como todo en el mundo de las finanzas, esta situación ha sido contemplada. Los promotores de los eurobonos han propuesto sistemas de compensación financiera para los países perjudicados. Sin embargo, no han logrado superar todas las reticencias.
Sin duda, aquí los ricos no quieren sociabilizar con los pobres.
Merkel, que se opone desde hace tiempo a este proyecto, reiteró el martes (16/08) al término de la reunión con el mandatario francés en París que no cree que los eurobonos vayan a «ayudar hoy».
Por su parte, Sarkozy, quien en teoría se mostraba favorable a su creación, consideró finalmente que esta solución pondría «en peligro» a los países con mejor calificación crediticia, entre los que se encuentran Francia y Alemania y sólo pueden ser «la conclusión de un proceso de integración».
Al fin y al cabo, el mantenimiento del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) que pide prestado en los mercados para prestar a su vez a los países en dificultad es, para muchos analistas, ya una forma de un eurobono.
Eso si, que hayan sido descartados ayer, no significa que no se quieran implementar mañana.
Definicón técnica:
Los eurobonos son títulos de renta fija emitidos por una empresa privada o una entidad pública en el mercado de capitales extranjero, bien sea en la misma o en distinta moneda de la del país al que pertenece la entidad emisora. Los eurobonos se pueden emitir en cualquier moneda aunque la mayoría de las emisiones se hacen en dólares o euros. La denominación de eurobono obedece a que se trata de emisiones de bonos u obligaciones lanzadas en los mercados europeos.
El término no es, sin embargo, del todo exacto, porque el mercado de los eurobonos no se circunscribe al ámbito estrictamente europeo. Las empresas, entidades públicas, Gobiernos y Organismos internacionales que acuden a este mercado como demandantes de fondos (esto es, ofreciendo eurobonos) no son únicamente los europeos. Son precisamente las empresas americanas o sus filiales las que han venido emitiendo la mayor cantidad de eurobonos. Se emiten generalmente al portador y a un plazo que suele oscilar entre 5 y 20 años.
Son colocados en el mercado por sindicatos de bancos.