Al menos 18 civiles murieron en la represión ejercida hoy por el ejército sirio en diversas localidades del país, donde por vigésimo tercer viernes consecutivo miles de personas manifestaron contra el régimen en un clima de violencia del que también fueron víctimas las mezquitas.
Los Comités de Coordinación Local indicaron que tienen identificados a manifestantes abatidos hoy por las fuerzas de seguridad.
Al menos 5 personas murieron en Duma, suburbio al norte de Damasco, 3 en la periferia de Aleppo, 2 también en suburbios de la capital, Saqba y Harasta, otros 2 en la región de Idlib, en la frontera con Turquía, 1 en Dayr az Zor, capital de la región oriental en la frontera con Irak, otra en las cercanías de Homs y el resto en Hama.
Se trata de ciudades y pueblos ocupadas desde hace semanas por tanques y fuerzas de seguridad, según informó la agencia ANSA.
Por otro lado, la agencia de prensa oficial aseguró que dos policías resultaron muertos en Duma. En Dayr az Zor, ciudad ocupada por el ejército, los militares abrieron fuego contra manifestantes, mientras en Muaddamiya las mezquitas fueron rodeadas por un despliegue masivo de agentes de seguridad en el segundo viernes de protesta del mes sagrado del Ramadán, dijeron activistas.
Las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad realizaron esta semana una ofensiva con tanques en varias ciudades del país en las que se intensificaron las protestas contra el régimen.
Los operativos forman parte de una campaña de represión de una ola de protestas contra el presidente Assad que empezó en marzo y dejó más de 1.700 personas muertas, la mayoría civiles desarmados baleados por fuerzas de seguridad, según opositores.
Activistas dijeron que soldados y tanques incursionaron en la localidad de Khan Sheikhon, en la norteña provincia de Idlib.
La redada ocurrió en el marco de una serie de operaciones militares lanzada en los últimos días en esa zona cercana a la frontera sirio-turca, que ya fue escenario de otra ofensiva en junio que causó una masiva huida de civiles a Turquía.
Fuerzas de seguridad atacaron también a la población en un operativo en el suburbio damasquino de Saqba, que incluyó allanamientos y detenciones, informó el grupo opositor Comités de Coordinación Local, citado por la cadena de noticias BBC.
Los operativos reflejan la determinación de Al Assad de sofocar la revuelta de cinco meses pese a una creciente ola de cuestionamientos y condenas internacionales. El Ejército sirio mató ayer a 11 personas en una localidad
del oeste del país, cercana al límite con el Líbano, y lanzó una ofensiva en la noroccidental Saraqbe, ubicada también en la zona fronteriza con Turquía.
El gobierno dice que la revuelta es una conspiración extranjera instrumentada por pandillas y fanáticos religiosos que quieren desestabilizar al país.
Las protestas comenzaron inspiradas por las revoluciones prodemocráticas de este año en países árabes, y los opositores dicen que unas 12.000 personas fueron detenidas, además de las más de 1.700 que fueron muertas por la policía o el Ejército.
Mientras, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, pidió a los socios comerciales de Damasco que tomen distancia del presidente Bashar al Assad, en especial a aquellos que adquieren petróleo y gas natural de Siria, y que a ese país le brindan armas.
Fuente: diariohoy.net