Ginebra, 12 de agosto (Télam).- Más de 100.000 somalíes llegaron a Mogadiscio y otros 70.000 al campamento de refugiados de Dadaab, en Kenia, entre junio y julio huyendo de la sequía, la hambruna y el conflicto en el sur de Somalía, dijo hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Según explicó el portavoz de la agencia de la ONU, Adrian Edwards, los 100.000 llegados a Mogadiscio se suman a los 370.000 desplazados internos que ya se encuentran en la capital, tal como lo consignó la agencia española de noticias Europa press. Hasta la capital de Somalía llegaron ya dos de los tres aviones con ayuda que ACNUR tiene previsto enviar, el último de los cuales aterrizó ayer con 32 toneladas de material de abrigo y otros elementos que serán distribuida en Mogadiscio. En tanto, en Dadaab, la llegada de 70.000 refugiados somalíes más hizo que la población de este campamento, cuya capacidad inicial estaba prevista para 90.000 personas, ascienda a 440.000, subrayó Edwards. El funcionario de ACNUR destacó que «unas 1.500 personas más llegan cada día», mientras que otras «se están instalando espontáneamente en el exterior de los tres campamentos que constituyen el complejo Ifo, Dagahaley y Hagadera». «Además de necesitar agua y alimentos, estas nuevas llegadas necesitan abrigo, atención médica y otros servicios básicos», afirmó el portavoz de ACNUR. Aunque la agencia de la ONU envió a Dadaab miles de tiendas de campaña con motivo de la actual crisis, «siguen sin ser suficientes para la creciente población de refugiados», se lamentó Edwards. Hacen falta «urgentemente 45.000 tiendas de campaña más», precisó. ACNUR solicitó hasta ahora 145 millones de dólares para cubrir las necesidades de emergencia en la crisis que está azotando al Cuerno de Africa. Hasta la fecha sólo se recibieron o se prometieron aportes firmes por 88 millones de dólares, lo que representa sólo el 61% de las necesidades identificadas para Somalia, Kenia, Etiopía y Yibuti, advirtió el portavoz.