Después de los desdeñosos nuevos ataques de la presidente Cristina de Kirchner a la Justicia, esta vez y para no variar por temas relacionados con el Grupo Clarín, a raíz del amparo que impide el cierre de Fibertel, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el canciller Héctor Timerman y el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Gabriel Mariotto, integrantes del coro rastrero, como de costumbre criticaron a la Justicia, acusándola de simpatizante del multi.
(Urgente24). Los Kirchner han rotulado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como una nueva oposición y todo porque el colectivo judicial no falla en tiempo y forma según las expectativas de los Kirchner sobre el artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Pero hay algo mucho más complejo en todo esto: el concepto de que con el dinero se manejan las voluntades ajenas. Los Kirchner creen que con el dinero disciplinan y premian, castigan y ponderan. Los Kirchner son tan mediocres que no conciben gobernar sin clientelismo. No pueden recibir adhesiones que no provengan de la prostitución de conciencias. Los Kirchner son devotos del sexo pago, podría decirse.
Y no entienden que no siempre el dinero es la moneda de pago. Con el presupuesto de la Corte Suprema pueden llevarse una sorpresa. Y la opinión pública estará con la Corte, no con los fenicios habitantes de la Quinta de Olivos.
“Si Cristina y Néstor lo hacen y lo dicen nosotros no podemos quedarnos callados”, esta consigna debe ser algo que cotidianamente se deben plantear los integrantes del trío Rastrero, Aníbal Fernández, Héctor Timerman y Gabriel Mariotto.
Ellos no podía quedar ajenos a sumarse a las diatribas que contra el Poder Judicial profirieron, como lo hacen habitualmente, la pareja de pingüinos a cargo del Poder Ejecutivo en viaje de trabajo y mucho placer por Nueva York.
Usando Twitter, Cristina inició la renovada cantinela de agravios a la justicia por no atacar al Grupo Clarín -como lo hacen ellos- y aplicar justicia de la manera que los Kirchner la entienden (vale siempre que la misma funcione a favor de ellos, caso contrario no es funcional al gobierno y responde a intereses desestabilizadores. ¡Vaya Dios!).
Néstor la siguió a Cristina, sumándole más carne al asador en su ataque a los jueces y a los ministros de la Corte.
El presidente real, Néstor Kirchner defendió la definición de Cristina (“Otra medida cautelar. Adiviná a favor de quién. ¿San Martín, Rosas o Magnetto?») y la tildó como «una definición irónica y genial”. Agregó que Cristina “dijo la verdad, porque la gente de la Justicia tendrá que prestar mucha atención y no seguir favoreciendo a un monopolio que maneje todo a su antojo».
Kirchner fue aún más lejos en su ataque contra la Corte Suprema y señaló:
>»Todo el mundo sabe, es público, que hubo una reunión entre el señor (Héctor) Magnetto y la Corte y no quiero pensar mal de esa reunión, pero es hora de que la justicia, de una vez por todas, se consolide como un poder independiente».
>“Hicimos muchos esfuerzos para tener una Corte independiente, con una elección de jueces que fue cristalina».
>»Yo terminé con la Corte menemista».
>»Ahora quienes tienen la responsabilidad de conducir la justicia espero que hagan honor a esa decisión, confío que hagan honor, porque nosotros no queremos una Justicia independiente solo del poder político y dependiente de factores económicos concentrados o mediáticos; lo que queremos es una justicia independiente».
>»(La justicia necesita) madurez para que no sigan defendiendo los intereses monopólicos que encabeza el señor Magnetto y compañía y que tanto daño y mal le hacen a todos los argentinos».
Una pequeña aclaración: no fue Kirchner quien acabó con la Corte menemista sino los entonces diputados nacionales Sergio Acevedo y Ricardo Falú, quienes terminaron enfrentados a Néstor Kirchner.
A su vez, como no podía ser de otra forma el trío Rastrero, formado por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el canciller Héctor Timerman y el titular de AFSCA (ex Comfer), también se sumó a las acusaciones contra la justicia y la Corte Suprema.
Aníbal Fernández usó Twitter y ante el comentario radial de Magdalena Ruiz Guiñazú, en su programa por Radio Continental, sobre los twitts de Cristina contra la Justicia, @FernandezAnibal escribió:
>»Magdalena, ‘infantil twitter de la Presidenta’ ¿Que opinará del impresentable de (Héctor) Magnetto (CEO del Grupo Clarín), las medidas cautelares vergonzosas y sus mugres?».
El ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Naciónh, en un lenguaje inapropiado para una persona que desempeña semejante cargo, dijo en su cuenta Twitter:
>@hectortimerman «Cada vez q el Parlamento y el Ejecutivo toman una medida q muestra la ilegalidad d Grupo Clarín el juzgado de algún pueblo ordena no innovar».
> Y se preguntó con ironía: «¿Habrá una justicia de la democracia o una justicia de las corporaciones? ¿Podrá Clarin gobernar por intermedio de algunos jueces?».
Gabriel Mariotto, el otro integrante del trío mencionado, por los micrófonos de la quebrada Radio Rivadavia, que Mariotto no debería salir al aire –una evidente falta de cumplimiento de los deberes de funcionario público-, comentarios que también repitió por la oficialista Radio América y por la sin audiencia Radio Provincia, señaló:
>»Ha ocurrido lo que viene ocurriendo reiteradamente. Cuando se implementa la ley aparece una medida cautelar sin explicación. El viernes (cuando debería cambiar la grilla) sigue todo igual para Clarín. Clarín tiene coronita y tiene su propia ley de medios».
> La suspensión del cambio de grilla es «una medida absolutamente caprichosa, traída de los pelos y carente de sustento».
>»Estas medidas livianas, (los jueces) las van a tener que pagar con juicio político».
>»Esta puede ser una Corte (Suprema) de democracia o de los monopolios».
La venganza de los K contra todos aquellos que no responden a sus deseos consiste no solo en despotricar con todo contra quien sea sino también en cerrarles el grifo de los dineros públicos, por eso no resulta extraño que en este contexto de apriete al Poder Judicial y a los ministros miembros de la Corte y pese al reclamo de autarquía financiera que realizó Ricardo Lorenzetti durante las jornadas judiciales en el Hilton de Puerto Madero, los Kirchner remitieran al Congreso el proyecto de presupuesto para 2011 con una reducción de $778 millones según informa la web Centro de Informaciones Judiciales, que depende de la Suprema Corte.
Demás está decir que esta reducción impide la proyección y realización de las acciones necesarias para el fiel cumplimiento de las políticas de Estado fijadas por el Poder Judicial.
Esta decisión castigo o apriete de los K al Poder Judicial afecta a la Corte Suprema de la Nación con un recorte del 39% de su presupuesto, mientras que el Consejo de la Magistratura (cuya mayoría ya no responde al kirchnerismo) sufre una reducción del 12%.
Insólitamente el Poder Judicial de la Nación aporta $724 millones de los $1.593 millones del superávit financiero previsto en el Presupuesto Nacional. Se deduce que la Corte Suprema de Justicia de la Nación sufre la inmovilización de sus recursos para poder generar el superávit del Presupuesto Nacional.
Como si esto fuese poco, queda bajo la decisión de la Jefatura de Gabinete de Ministros la disposición del 17% de los recursos propios que el Poder Judicial de la Nación tiene asignado por ley para el año 2011. En tal sentido la Jefatura de Gabinete decidirá sobre el 40% de los recursos propios del Máximo Tribunal para el 2011 y sobre la totalidad de los remanentes de recursos del Poder Judicial.
Más clara la presión de los pingüinos a cargo del gobierno central sobre la justicia no puede quedar expuesta.
Conclusión:
Si bien estos temas parecen no preocupar a buena parte de los argentinos pensantes, lo descripto más la marcha que se llevará a cabo el martes 28/9 promocionada por el gobierno frente a tribunales para volver a apretar a los miembros de la Corte, resultan de una gravedad institucional extrema.
La jerarquía de los integrantes de la Corte y de la mayoría de los jueces que integran el Poder Judicial no merecen semejante calaña de agravios y menos de aprietes a uno de los poderes del Estado que resulta ser uno de los pilares básicos del sistema republicano democrático de gobierno, por parte de los integrantes de una pareja que no escatima en formas y fondos para los lugares relevantes que ocupan y menos para sus lacayos que se suman como un coro servil al compás de los ataques más arteros sufridos por los jueces en los años que lleva de vida en democracia interrumpida la Argentina.
Como contrapartida y casi como bocanada de sustento moral y ético ante tanto faltante en terreno local, el presidente uruguayo, José Mujica, da un respiro a las crueles horas que se viven de este lado del Río de la Plata, habiendo expresado:
>»La mejor ley de prensa es la que no existe»
>“Los gobernantes deben soportar las críticas y que si se muestra tolerante con la diversidad, ayuda a formar una prensa respetuosa».
>“Un gobernante debe soportar las críticas de la prensa, porque en caso contrario, si reacciona, pierde 2 veces, porque será atacado de nuevo».
>“La estatización es una solución abandonada; es la receta perfecta para desarrollar una burocracia opresora».
>“El equilibrio fiscal, mantener una economía austera y no jugar con la inflación son factores que ya no pueden estar en discusión ni por la izquierda ni por la derecha o el centro».
>»Las divergencias ideológicas deberían restringirse a la mejor manera de distribuir la riqueza».
>»Yo (Mujica) vivo de acuerdo con lo que pienso».
>»Yo limpio mi cuarto y me lavo los platos. Mi esposa (la senadora Lucía Topolansky) me corta el pelo. Vivo de acuerdo con lo que pienso».
Fuente: Urgente24/