Después de Santa Fe, el kirchnerismo discute si debería bajarse Filmus


Tras la pésima performance de Rossi en Santa Fe, en el Gobierno nacional hay posturas enfrentadas sobre la conveniencia de que Filmus se presente el domingo, lo que podría encadenar tres fines de semana de elecciones fatídicas. Las versiones del capricho del senador y los “abrazos simbólicos”.

Si luego de la dura derrota en la primera vuelta porteña en el kirchnerismo tenían reparos sobre la conveniencia de que Daniel Filmus se presentara al ballotage, las elecciones santafesinas terminaron de dibujar un gran signo de interrogación en Casa Rosada.

La floja elección que hizo Agustín Rossi los hizo caer en la cuenta que una nueva derrota de Filmus el domingo, por cualquier margen, encadenaría tres fines de semana fatídicos para el Gobierno nacional, teniendo en cuenta que el 7 de agosto se realizarán las elecciones en Córdoba, en donde el kirchnerismo no tiene siquiera candidato y será el principal blanco de las acusaciones del ganador, sea quien sea.

Todo eso una semana antes de las internas abiertas del 14 de agosto, en las que es la propia Cristina Kirchner la que pone el pellejo.

Es por eso que la incertidumbre llegó a las más altas esferas del Gobierno, en donde como pudo saber LPO, hay una lucha entre dos sectores que pugnan por imponer su estrategia.

Uno está representado por hombres del “núcleo duro” del Gobierno, como Carlos Zannini, Juan Abal Medina, Aníbal Fernández, que quieren que Filmus se baje; y otro más moderado, integrado por ministros como Florencio Randazzo y Alberto Sileoni, que pretenden ir hasta el final “como hubiera hecho Néstor”.

“Si se presenta, no sólo significaría perder feo de nuevo, sino tener que aguantarse a este tarambana con los globos otra vez”, graficó a LPO una fuente del kirchnerismo que conserva el espíritu autocrítico.

Tira y afloja

La dicotomía también se ve en los planes para los últimos días de campaña. Por un lado, como pudo saber este medio, los kirchneristas porteños que aún no se resignan ante una victoria de Mauricio Macri, preparan para esta semana una serie de “abrazos simbólicos” a instituciones de la Ciudad como hospitales o el teatro San Martín, donde el jefe de gobierno fue abucheado hace un mes.

La intención es manifestarse de forma pacífica en lugares supuestamente abandonados por la gestión de Macri.

Y quienes no se dan por vencidos, sostienen además que el Gobierno nacional desembarcó fuerte en el sur de la Ciudad en los últimos días, bajo la aparente orden de Guillermo Moreno.

Con camiones enormes de los planes Carne, Cerdo y Leche Para Todos, el Gobierno repartió comida en Lugano, Pompeya, Barracas, La Boca y Mataderos, las zonas más pobres de la Ciudad. “No van a hacer toda esta movida para después bajarlo a Filmus”, argumentan en el PJ porteño.

Pero también circula fuerte una versión que indica que antes de la veda electoral que comienza el viernes, los medios periodísticos afines al kirchnerismo podrían empezar a hablar de un cierto “capricho” de Filmus para presentarse al ballotage.

Sería una manera elegante de atribuirle la derrota sólo a él y salvar el cuerpo de la presidenta. Algo similar a lo que hizo Aníbal Fernández esta mañana, cuando dijo que Rossi no logró enamorar al electorado.