Mientras espera que lleguen sus compatriotas Arévalo Ríos o Freitas, Sánchez celebró el triunfo de la Celeste.
La consagración de la Celeste en la Copa América se celebró en el búnker de River en Chapadmalal. Mate en mano y control remoto sobre la cama, los uruguayos Carlos Sánchez y Juan Manuel Díaz disfrutaron de la final contra el equipo de Martino. Para Sánchez resultó la segunda alegría del día después de haber posado por primera vez con la camiseta, junto con Martín Aguirre, ante el lente del fotógrafo oficial.
Mientras Almeyda quiere verlo en acción junto a sus compañeros, Sánchez espera por compatriotas. Puede ser Arévalo Ríos, que es la prioridad porque quiere irse del Botafogo, aun cuando el arribo a River es complejo (lo sigue el Tijuana de México). Si no se arregla la llegada del volante campeón, el martes cerrarían a Nico Freitas.
Sánchez, en tanto, se sometió a evaluaciones físicas y por la tarde se comió toda la transmisión del cierre de la Copa. Contento por los goles y por los festejos en Montevideo.
Fuente: Olé