La Federal demoró cinco horas en notificar al fiscal el crimen de Ariel

Asuntos Internos investiga al titular de la Comisaría 14ª. El joven de 22 años murió de un tiro en la cara que salió de la pistola del cabo primero Ariel Marcelo Mendoza. El agente no tenía la cartuchera reglamentaria y dijo que se le cayó el arma.

El fiscal Adrián Peres notificó al Ministerio de Seguridad que el episodio en el que resultó muerto el joven Ariel Domínguez por un disparo proveniente del arma reglamentaria del cabo primero de la Policía Federal Ariel Marcelo Mendoza le fue informado por la fuerza de seguridad con cinco horas de demora. Pese a que como subrogante de la Fiscalía Nº 9 estaba de turno con la Comisaría 14ª, y que el protocolo habitual en estos casos es notificar de inmediato sobre lo ocurrido, la primera comunicación formal que recibió una secretaria letrada del Ministerio Público se produjo a las 21.

Por eso, Asuntos Internos investiga al titular de la seccional. La Fiscalía se enteró formalmente del crimen por una comunicación telefónica con el Juzgado de Instrucción a cargo de la magistrada María Gabriela Lanz, no por la policía.

En esas cinco horas surgieron las dos versiones sobre lo que habría ocurrido, ambas coincidentes en un supuesto disparo accidental de un arma reglamentaria que habría caído al piso (ver p.41). La primera hipótesis habla de un policía persiguiendo a dos o tres sospechosos de haber robado una cartera; en la segunda, el uniformado intervenía para controlar disturbios que estaban provocando jóvenes estudiantes, en el contexto del festejo del Día del Amigo. En cualquiera de esos dos escenarios, según la versión oficial, el cabo Mendoza habría sufrido la caída de su arma Bersa Thunder, el impacto en el piso accionó el mecanismo de disparo y la bala se incrustó en la cabeza de la víctima causándole la muerte. Mendoza dijo en el sumario policial –dos horas después del hecho– que salió a la calle para ayudar a detener a dos personas perseguidas por un patrullero, trastabilló y se le cayó el arma. Pero hay otro dato: la cartuchera que llevaba puesta no era la reglamentaria.

Lo habitual cuando se produce un episodio de esta naturaleza, en el que aparece involucrado un policía, es que la fuerza a la que pertenece sea apartada de la investigación. Fuentes cercanas a la causa dijeron a Tiempo Argentino, que ello ocurrió y que las tareas están a cargo de la Gendarmería Nacional, pero que existió un lapso de entre dos y tres horas en que el dominio de toda la escena donde yacía muerto Domínguez estuvo bajo control absoluto de la Federal. La Fuerza adujo que no tocó nada y que sólo precintó la escena del crimen.

Fuente: El Argentino