Patti asistió en camilla al juicio en su contra por delitos de lesa humanidad

El ex intendente de Escobar está acusado de secuestrar, torturar, asesinar e incinerar un cadáver durante la última dictadura militar.

El Tribunal Oral Federal Nº1 de San Martín, provincia de Buenos Aires, dio inicio este lunes al primer juicio oral contra el ex comisario Luis Abelardo Patti, acusado por delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno militar.

El ex intendente de Escobar presenció la audiencia inaugural del juicio echado en una camilla de hospital por su presunto mal estado de salud. Permaneció acostado, a un costado del estrado en que se ubicaron los otros acusados, jueces, fiscales, defensores y querellantes. Tiempo, Patti atrás sufrió un accidente cerebro-vascular.

Las audiencias se realizarán los días lunes y jueves en el Auditorio Hugo del Carril, ubicado en la localidad bonaerense de José León Suárez. El tribunal está integrado por los jueces Lucila Larrandart, Marta Milloc y Horacio Sagretti.

Los imputados son: Santiago Omar Riveros, que se desempeñó como comandante del Comando de Institutos Militares entre 1976 y 1977; el ex presidente de facto Benito Reynaldo Bignone, que se desempeñó como jefe del Estado Mayor-Segundo Comandante de dicho Cuerpo durante 1977; Juan Fernando Meneghini –con prisión domiciliaria– quien en el período 1976/1977 se desempeñó como comisario de la Comisaría primera de Escobar, y Luis Abelardo Patti –internado actualmente en instituto Fleni– quien habría cumplido funciones como oficial subinspector en la misma seccional policial durante el mismo lapso de tiempo.

Intervienen como partes querellantes la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, la querella unificada en cabeza de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, Manuel Goncalves y Gastón Goncalves (patrocinados por Ana Oberlín), Juana Muñiz Barreto y María Isabel D’Amico, ambas con el patrocinio de Pablo Llonto.

La acusación

Durante el tercer gobierno peronista (1973-1976), el entonces subinspector de la comisaría de Escobar Luis Abelardo Patti amenazó varias veces de muerte y detuvo al militante de la Juventud Peronista Gastón Gonçalves, alias «José», hasta que el mismo día del Golpe de Estado de 1976 lo secuestró, y luego torturó, asesinó e incineró el cadáver.

Así lo estableció el fiscal de instrucción Jorge Sica en la acusación que fue leída este lunes durante la audiencia inaugural del primer juicio ante el TOF1 de San Martín que se le sigue a quien ya en democracia fuese líder del Partido Auténtico Federal (Paufe) y recibió 400.000 sufragios.

«íDejate de joder o te voy a matar!», solía espetarle Patti a Gonçalves –padre del joven bajista del grupo «Los Pericos»– e incluso en 1974 llegó a suspender un recital del grupo chileno Los Jaivas en la localidad bonaerense de Garín y se llevó detenido al organizador y joven peronista, según los testimonios de sus compañeros.

Pero según la acusación el miércoles 24 de marzo de 1976 a Gonçalves lo secuestró Patti y llevó a la comisaría primera de Escobar donde fue golpeado y torturado, e incluso varios sobrevivientes lo vieron detenido en un camión estacionado en el patio de la seccional, hasta que el 2 de abril apareció muerto de un disparo en el cráneo e incinerado, a un costado de la ruta 4, en el paraje El Cazador, junto a otros tres cadáveres.

Patti también está acusado de haber secuestrado a Diego Muniz Barreto, que había sido funcionario de la dictadura militar autodenominada «Revolución Argentina» (1966-1973), en el tercer gobierno peronista había sido diputado nacional por la Juventud Peronista de la Tendencia Revolucionaria, afín a Montoneros.

El 16 de febrero de 1977, Muniz Barreto se disponía a compartir un asado con su secretario Juan José Fernández en una casa de San Nicolás y fueron a la carnicería a comprar la carne, pero allí estaba por casualidad Patti, que los identificó y redujo a punta de pistola para llevarlos a la comisaría primera de Escobar.

Desde allí los trasladaron al centro de torturas y exterminio «El Campito», donde ambos permanecieron hasta marzo, mientras el entonces ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz –a migo de Jovita Muniz Barreto, hermana de Diego– se interesó por la suerte del ex diputado nacional, que pertenecía a una familia muy acomodada.

Los investigadores sospechan que a raíz de aquel interés de Joe Martínez de Hoz fue que los represores optaron por simular que Muniz Barreto y Fernández sufrían un accidente automovilístico arrojándolos, el 6 de marzo, a bordo del Fiat 128 del segundo al arroyo Moreira, cerca de Villaguay, provincia de Entre Ríos.

Pero Fernández, que había sido jugador de rugby y tenía mejor condición física, consiguió salir a nado del vehículo, mientras Muniz Barreto murió ahogado. Luego Fernández partió al exilio a España y allí dio testimonio de lo que había padecido ante una delegación de la ONU. Años después falleció por problemas cardíacos.

Fuente: Uno Entre Ríos