Se trata de un sistema que incluirá a unos 80 mil comercios, entre ellos restaurantes y bares. El inspector acordará una fecha para la revisión con el dueño, que tendrá un manual con los requisitos que deberá cumplir.
En una medida que busca terminar definitivamente con los problemas de corrupción, el Gobierno porteño presentó un plan que elimina las inspecciones sorpresivas a los comercios. A partir de ahora, las visitas serán pactadas y habrá un manual que detallará los requisitos que deberán cumplir los locales y las posibles sanciones.
Las Auditorías Integrales Programadas (AIP) comenzarán a funcionar en los rubros menos riesgosos y que nuclean 80 mil comercios porteños: de elaboración de alimentos, hoteles, cafés, bares, depósitos, supermercados, restaurantes, parrillas, ferreterías, pinturerías, farmacias, geriátricos, autoservicios, quioscos, locutorios, cíber y venta de ropa.
Las inspecciones, a cargo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), serán planificadas. Los comercios recibirán una guía -se está terminando de elaborar- con todos los requisitos y documentos que deben tener. Así, los dueños sabrán qué sanciones les caben por incumplir con alguna norma. El personal de la AGC combinará una entrevista con el comerciante y le dará al menos un mes para corregir cualquier situación irregular. La idea es, en un futuro, incluir a este nuevo sistema a 300 mil comercios de todos los rubros.
Fuente: La razón