El gobierno de Rousseff había prometido autorizar el ingreso en un plazo máximo de 10 días. Pese a las promesas de solución intercambiadas hace apenas un mes, continúan los problemas en el comercio bilateral de automóviles entre la Argentina y Brasil.
Las empresas sostienen que los vehículos fabricados en el país -principal exportación industrial argentina- tardan más de 10 días en poder ingresar en el mercado brasileño. Ese había sido el plazo que acordaron los gobiernos de Cristina Kirchner y Dilma Rousseff luego de la última escalada de tensión.
Brasil impuso licencias no automáticas (LNA) a la importación de vehículos de cualquier origen. El principal afectado es la Argentina, ya que aquí se fabrica la mayoría de los autos que importa Brasil. Esa medida le permite al gobierno de Rousseff tomarse hasta 60 días para autorizar la importación, pero luego de una negociación entre la ministra de Industria argentina, Débora Giorgi, y su par brasileño de Desarrollo, Fernando Pimentel, se acordó que las LNA se liberarían en no más de 10 días.
Ahora las terminales argentinas afirman que ese plazo no siempre se cumple, y señalan que las demoras afectan a cerca de 40.000 vehículos, entre los que están en la frontera, los que están en tránsito y los que esperan a ser despachados en las plantas industriales. «Sí, hay un problema, y nosotros no querríamos que estuviera -dijo a LA NACION Aníbal Borderes, presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa)-. Ahora tenemos que convivir con las licencias. A nosotros nos afecta bastante porque Brasil es nuestro principal cliente.»
El directivo aclaró, no obstante, que a Adefa no le consta si las demoras son consecuencia del no cumplimiento del gobierno brasileño de los plazos acordados, o del hecho de que las terminales brasileñas no hayan presentado oportunamente los pedidos de importación correspondientes. Dos automotrices que exportan gran parte de su producción a Brasil confirmaron que tienen una importante cantidad de autos en la frontera, pero aclararon que lo mismo pasa con los vehículos provenientes de otros orígenes.
Sin conflicto
Fuentes del Ministerio de Industria minimizaron los problemas y negaron terminantemente que hubiera un «conflicto». Indicaron que en la última semana (de miércoles a miércoles) Brasil había liberado 18.500 unidades fabricadas en el país, por un valor cercano a los $ 300 millones. Y aclararon que el stock de autos «demorados» en los puertos brasileños debido a las LNA ronda las 10.000 unidades. De hecho, anoche en el Gobierno comentaban la noticia de que Brasil autorizó ayer mismo 16.000 licencias para General Motors Argentina.
Según la visión oficial, la principal causa de las demoras tiene que ver con «problemas logísticos» originados en las dificultades para ordenar el ingreso de la enorme masa de vehículos que ingresan diariamente en el mercado brasileño.
En una de las automotrices señalaron que, más que por las trabas brasileñas, están preocupados por las dificultades que tienen para importar piezas y autopartes debido al paro de los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). «Tenemos 90 camiones con partes que no pueden ingresar porque vienen embaladas en cajas de madera y requieren de la autorización del Senasa», contó la fuente.
242.250
Vehículos exportados a Brasil
En el primer semestre, la Argentina exportó el 62% de su producción.
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40.000
Autos argentinos afectados
Es lo que se estima que deberá ingresar a Brasil en los próximos días.
Funte: lanacion.com.ar