Llegó a donde siempre quiso y lo disfruta, aún cuando no tiene con quién compartir su alegría. Mientras sus nuevos compañeros sudan la gota gorda en Curitiba, él ya da sus primeros pasos en ese universo exorbitante al que deberá adaptarse cuanto antes. Por eso ayer pasó por Casa Amarilla, conoció las instalaciones de su nueva casa, paseó por los pasillos y empezó a respirar el aire de la Ribera. “Llegar a Boca es lo máximo a lo que uno puede aspirar. Cualquier jugador en Argentina y parte de Sudamérica pelea por estar en este lugar. Estoy muy feliz, costó mucho porque las negociaciones fueron difíciles. Después de tanto esfuerzo de los dirigentes para poder traerme, espero aprovechar la oportunidad”, se ilusionó Agustín Orión en declaraciones realizadas en La Red.
El ex Estudiantes y San Lorenzo no perderá tiempo: hoy comenzará a entrenarse y el lunes se juntará con el resto del plantel, en el que tiene un par de rostros familiares: Riquelme y Rivero: “A Román lo conozco de la Selección y a Diego, de San Lorenzo. Los dos me comentaron lo que era el club y eso me entusiasmó”. Si bien asoma como el elegido por el técnico para cuidar uno de los arcos más grandes del país, sabe que no tiene asegurado su lugar entre los once que arrancarán el Apertura y no se preocupa por eso: “No tengo problema si tengo que pelear el puesto”.
Fuente: La Razón