Diego Armando Maradona definió la eliminación de Argentina ante Alemania en el Mundial de Sudáfrica como «una trompada de Muhammad Alí», pero aún le duele más el debate en su país en torno a Leo Messi, al que salió a proteger golpeando al mismo tiempo a Sergio Batista, su sucesor en el banco albiceleste.
Maradona pasa 24 horas en el hospital. Ahí le susurra en el oído a su madre, «Doña Tota», enferma en el hospital y «sin ninguna chance», y escucha en la radio los debates continuos sobre Messi, cuyo rendimiento en Argentina decepciona a sus compatriotas.
Pese a la dramática situación personal, el «Dios» se revolvió en la silla y pidió hablar con el diario «Olé», que hoy publicó una entrevista en la que reclama justicia para Messi, ataca a Batista, pide a Javier Pastore -en el que él no confió- como solución de todos los males y analiza de manera peculiar la goleada de Alemania en Sudáfrica. «En el momento más triste de mi vida quiero salir a defender a Messi», dijo Maradona, que se rebela contra esos «boludos que hablan por radio y lo matan».
El ex astro siempre fue sobreprotector con Messi en su corta estancia al frente de la albiceleste. Demasiado incluso. Hubo hasta besos y abrazos públicos que siempre parecieron incomodar al retraído Messi. Sin embargo, el jugador del Barcelona respaldó a Batista en pleno proceso de elección del nuevo seleccionador, semanas que erosionaron la relación entre Maradona y el actual técnico, campeones del mundo en 1986.
Maradona criticó el sistema de tres centrocampistas usado por Batista, que cambiará precisamente el esquema para el partido de mañana ante Costa Rica, en el que la albiceleste se juega el pase a cuartos de final de la Copa América en casa. Sólo le vale ganar tras los dos empates iniciales que han provocado las duras críticas. «No le echemos la culpa a Lío», exoneró Maradona señalando al banquillo. «La selección no atacó en ningún momento y le echamos la culpa a él. Somos muy injustos con Messi».
Maradona pide a Messi que dé un paso adelante y reclame a Batista. «Escúchame, pon a alguien que me acompañe, que pueda tocar, que podamos hacer daño al rival». Ese «alguien» debería ser Javier Pastore. «(Batista) Tiene un ensañamiento estúpido con Pastore. Y me parece que sería un gran socio de Lío», dijo a «Olé» pese a que el propio Maradona en el Mundial de Sudáfrica apenas confió en el creativo jugador del Palermo.
«Espero que le hagan llegar esto que estoy diciendo», dijo en la entrevista convertida casi en telegrama para Messi, con el que le gustaría hablar «para entender todo lo que le está pasando por la cabeza».
Maradona sufre por su madre y, en menor medida, por la situación de Messi, lo que le lleva a reflexionar sobre el país que lo encumbró como un dios: «A los argentinos nos va como nos va porque somos como somos. Este país cada vez me sorprende más».
Fuente: Olé