La increíble censura que el juez Roberto Gallardo intenta imponer sobre el sitio Seprin

¿OTRA VEZ LA INTOLERANCIA?

Es una vergüenza la censura que intenta llevar adelante el juez Roberto Gallardo contra el sitio Seprin por una investigación que menciona sus vínculos con Sergio Schoklender, al tiempo que desnuda las contradicciones de un hombre que ostenta lujos que no se corresponden con el hecho de que se encuentra embargado.

En las últimas horas, el magistrado ha pedido que se prohiba la distribución de ese semanario basado en que una foto que aparece en la nota mencionada no corresponde a su persona y que sería parte de una campaña para desprestigiar a Daniel Filmus. Antes que nada, ¿ello significa que todo lo demás que se publica es real? ¿Por qué Gallardo no dice nada sobre lo que se publicó en la nota de Seprin aparte de la foto (la cual sí parece corresponder a su persona)?

Son insólitos los argumentos que utiliza Gallardo para protestar a nivel judicial. Dice que lo publicado, además de afectarlo como persona, lesionaba a “la institución judicial”. Ahora, ¿qué tiene que ver su inconducta personal con la Justicia como institución?

Más allá de lo que uno puede opinar sobre Seprin (yo mismo tengo algunas críticas sobre el sitio), la censura no se debe permitir nunca, bajo ningún concepto.

¿Habrá visto Gallardo que los afiches que lo llevaron a enojarse con ese sitio fueron cubiertos casi por completo por los del candidato K Daniel Filmus? ¿Sobre eso nadie dice nada?

Gallardo es un juez que debería mostrar cierto pudor a la hora de mostrarse tan alineado al gobierno de los Kirchner. Es demasiado obvio que trabaja bajo los servicios de Casa de Gobierno y lo demuestra en muchos de los fallos que firma contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (se aclara que desde este sitio se han denunciado una veintena de irregularidades cometidas por Mauricio Macri, por las dudas). Nadie dice nada sobre esto, pero todos deberían rasgarse las vestiduras porque Gallardo aparece mencionado en una nota periodística que está lejos de ser parte de una campaña sucia contra Filmus, como él mismo dijo a la jueza en lo contencioso administrativo Elena Liberatori.

Filmus no aparece mencionado ni está su cara en las fotos que comprometen al juez. ¿Qué campaña sucia puede existir entonces?

Es burdo y vergonzoso que un juez apele a la censura porque le molesta una nota periodística. En todo caso, debería ir a la justicia y protestar con las herramientas que da el derecho, como las figuras de calumnias e injurias, tan utilizadas por los funcionarios del kichnerismo para perseguir a los periodistas que escribimos acá.

Lamentablemente, es un día de luto para el periodismo.

Carlos Forte

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