Crimen de Miramar: «Mi hijo la ligó de bueno»

Lo dijo el padre de la víctima, Marcelo Isaía, en diálogo con CN23. «Una patota le empezó a pegar por diversión y uno sacó un cuchillo y le dio tres puñaladas», relató. Además, aseguró que hubo «muchísima gente» que marchó en reclamo de justicia.

Bajo el lema “Apagaron una vida, iluminemos a la justicia”, el pueblo de Miramar marchó con velas y en silencio. Lo hizo sobre la Avenida 23, en sentido hacia el mar, para reclamar por el esclarecimiento del crimen de Emiliano Isaía, el joven que fue apuñalado en la madrugada del domingo a la salida de un boliche.

La concentración, que alcanzó los 600 metros de largo, fue organizada desde las redes sociales, fundamentalmente a través de Facebook, por vecinos de la ciudad ansiosos de condenar la violencia absurda y la muerte temprana.

En diálogo con CN23, el padre de la víctima, Marcelo Isaía, relató como fueron sucediendo los hechos. «Fueron a bailar y cuando salió del baile lo agarró una patota que sólo por diversión le empezó a pegar. Una persona tenía un cuchillo y le dio tres puñaladas sin que mi hijo hiciera nada», contó.

Además, aseguró que «era un chico que no tenía problemas con nadie y la ligó de bueno». Añadió que «muchísima gente me acompañó en la marcha» y afirmó que «del asesino lo único que se es que está prófugo, todavía no hay ningún resultado positivo».

“Miramar exige justicia, y que esto se conozca. Esperamos contar con su colaboración. La familia, amigos y sociedad en general estamos destrozados”, decía el comunicado que se entregó a todos los presentes, con una aclaración final: “El asesino es hijo de uno de los policías procesados por violar y asesinar a Natalia Melmann».

El texto apunta a Emiliano Echenique, prófugo de la justicia desde el lunes a la mañana cuando se convirtió en el principal sospechoso del homicidio de Isaía.

El joven apodado “El Cano” –su familia dice que tiene 21 años pero el fiscal del caso cree que tendría 25– es hijo del ex suboficial Oscar Alberto Echenique, que junto con otros tres policías bonaerenses fueron condenados en octubre de 2002 a reclusión perpetua por ser los responsables de raptar, torturar y asesinar a la adolescente de 15 años, en febrero de 2001.

Fuente: El Argentino