BEIRUT.- Las autoridades sirias acusaron ayer a «grupos armados» no identificados de haber iniciado intensos combates en el noroeste del país, en los que murieron 120 policías.
Los disturbios de ayer se registraron en la ciudad de Yisr al-Shughour, una localidad del noroeste de Siria ubicada a 330 kilómetros de Damasco y a sólo 12 kilómetros de la frontera con Turquía.
Desde el comienzo de las protestas contra el régimen de Bashar al-Assad, Damasco ha acusado regularmente a «grupos terroristas extranjeros» de ser los responsables de los disturbios.
«Los grupos armados cometieron una verdadera masacre. Bandas con armas de bajo calibre y granadas […] utilizaron a los habitantes como escudos humanos», señaló la televisión oficial.
Según la versión oficial, policías y agentes de seguridad enfrentaron a centenares de hombres armados y lograron liberar uno de los barrios controlados por los insurgentes. Fue imposible comprobar de manera independiente la veracidad de los reportes de la televisión. El gobierno sirio impuso severas restricciones a la prensa y expulsó a los corresponsales extranjeros, lo cual hace casi imposible verificar los hechos.
El gobierno sirio dijo que respondería al ataque «de manera decisiva». «Actuaremos de manera firme, conforme a la ley, y no mantendremos silencio en torno a ningún ataque armado contra la seguridad del Estado o los ciudadanos», dijo el ministro del Interior, Ibrahim Shaar, lo cual alimentó los temores a una violenta represión en la zona.
Las revueltas en Siria se iniciaron a mediados de marzo y constituyen la amenaza más fuerte contra el régimen de la familia Al-Assad en sus cuatro décadas en el poder.
Jisr al-Shughour se ha convertido en el nuevo centro de las acciones de la fuerza militar siria. La represión a nivel nacional contra la revuelta ha dejado más de 1200 muertos y unos 10.000 detenidos, según activistas de derechos humanos. Desde el sábado habrían muerto por lo menos 42 civiles, según estas fuentes.
Ayer, seis organizaciones sirias de defensa de los derechos humanos denunciaron el «recurso excesivo a la fuerza» para dispersar las manifestaciones pacíficas de los ciudadanos sirios sin armas, y llamaron al gobierno a cesar la espiral de violencia y de asesinatos en las calles. Amnistía Internacional exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU a que lleve el caso a la Corte Penal Internacional.
Agencias AP, AFP y EFE