Los futuros de la soja en Chicago experimentaron ayer un nuevo salto, de 1,4%, y quedaron posicionados en u$s 516 la tonelada, el mayor valor de las últimas nueve semanas.
La segunda alza consecutiva para la oleaginosa se debe a los temores de que la caída en la siembra en Estados Unidos sea mayor a la que se especulaba en las últimas semanas, lo que dejaría menor cantidad de soja para la próxima cosecha, en medio de una demanda creciente principalmente de Asia.
Las preocupaciones llevaron a inversores y fondos especulativos a tomar posiciones en soja, cuyo máximo del año se tocó el 9 de febrero pasado cuando el contrato más activo llegó a u$s 541 la tonelada.
La recuperación de estos días hizo que en apenas dos días de operatoria en Chicago la soja ganara 11 dólares por tonelada, lo que generó contagio a nivel local. En la Bolsa de Comercio de Rosario, las cotizaciones para la soja disponible volvieron a ubicarse por encima de $ 1.300 la tonelada, tras dos semanas sin encontrar ese precio, que para los productores opera como un piso de liquidación de grandes volúmenes.
Con negocios por encima de $ 1.300 por cada mil kilogramos, los productores liquidaron 50.000 toneladas, uno de los volúmenes más altos de lo que va del año para una sola jornada de operación.
La cantidad no fue récord, porque esa marca se produjo el pasado 18 de mayo, cuando los sojeros vendieron 90.000 toneladas en apenas un día cuando la soja tocó $ 1.300 después de más de un mes. A mediados de abril, otra alza que puso a la soja por encima de los valores que esperan los productores llenó el recinto de negocios por otras 50.000 toneladas en un día.
Cuando las cotizaciones bajan de ese piso, o se estancan por varios días, las ventas son a cuentagotas y no superan las 10.000 toneladas diarias.
Volviendo a lo que sucede en los mercados internacionales, la suba de la soja estuvo acompañada por una mejora del maíz, sobre todo de la futura cosecha. Los factores climáticos llenan de temor a los operadores que descartan una caída en la producción maicera en Estados Unidos, aunque no se sabe de qué magnitud será. Con esa volatilidad en el mercado, ayer los futuros a diciembre de maíz marcaron en Chicago un nuevo máximo para esa posición al cerrar a u$s 273 la tonelada.
Eso porque, si bien se espera que el clima en Estados Unidos permita en estos días avanzar en lo que falta de siembra de maíz y parte de la soja, está en duda cuál va a ser el área definitiva para ambos cultivos, explicó José Frogone, analista de la corredora de granos Cortina Beruatto.
En ese contexto, los especialistas sostienen que EE.UU. terminará sembrando 2 millones menos de hectáreas con maíz y que la caída para el área cubierta con soja estaría en torno a un millón menos que lo previsto. Estos no son comentarios no son bajistas, aunque tampoco uno debe tomarlos como firmes, expuso el analista.
Fuente: cronista.com