“No aparece nunca, solamente la semana de Copa Davis”, dijo Nalbandian sobre Vázquez. Picante.Cuando parecía que las aguas se habían calmado, otra vez se desató la tempestad en el equipo argentino de Copa Davis. Horas después de que Juan Martín del Potro exhibiera sus ganas de participar ante Kazajstán, en julio, por los cuartos de final, David Nalbandian volvió a levantar polvareda: “Tito (Vázquez) no aparece nunca. Solamente, la semana de Copa Davis”, disparó el unquillense, en una entrevista con GY JN, de China. Por si fuera poco, enseguida volvió a desenfundar: “Que haya unidad en el grupo le corresponde al capitán. Con él no hablo ni hablé del tema. Es su trabajo”.
Este tipo de dificultades entre los ases de la Argentina y el capitán vienen siendo moneda corriente en los últimos tiempos: en la final del 2008, ante España, se profundizaron las diferencias entre el Rey y Juan Martín (el conductor era Luli Mancini). El año pasado, en las semifinales en Lyon, hubo pica entre David y Vázquez, cuando el de Unquillo criticó la táctica propuesta por el guía del equipo y éste le contestó: “Si hay cabaret, viene por el lado de Nalbandian”. Y por si fuera poco, Del Potro se mostraba muy hermético respecto de su participación en el equipo argentino (hasta hace dos días). Lo cierto, también, es que Vázquez no es un capitán que sólo se dedica a la Davis, ya que es el director de desarrollo de la Asociación Argentina de Tenis. Por eso, entre serie y serie por la Ensaladera, Tito viaja seguido al exterior con los equipos de menores que salen a representar al país.
En los últimos tiempos, David y Juan Martín se desearon mutuamente que pudieran recuperarse de sus lesiones: a Delpo le duele la cadera desde Estoril y el Rey, que en marzo se operó de una hernia y de los aductores, ha perdido masa muscular. Por eso, aún no se sabe si podrán estar en Roland Garros.
Algunas horas después de las fuertes declaraciones de David, desde el círculo íntimo del cordobés se envió una gacetilla que aclara “la buena relación” que existe entre Vázquez y el jugador emblema. Que haya paz.
Fuente: Olé