Ignacio Álvarez Meyendorff llegó al país en 2003 y le dieron la residencia en 2005. Vivió en Puerto Madero y en un country. Compró un campo en Gobernador Ugarte, declaró que se dedicaba a los negocios agropecuarios y depositó U$S 700 mil en un banco argentino. Pero en EE UU lo buscaban por narcotráfico.
Desde 2003, cuando pisó por primera vez suelo argentino, Ignacio Álvarez Meyendorff sintió que había encontrado el refugio que tanto había soñado. Y en 2005, luego de algunas idas y vueltas, el colombiano de 50 años, apodado “Gran Hermano”, recibió una noticia que lo llenó de alegría: las autoridades locales le habían concedido la residencia para vivir en el país. Pero en 2006 cayó en la mira de la Unidad Investigación Fiscal (UIF), cuando abrió una cuenta de 700 mil dólares y jamás presentó la documentación que respaldaba esa transferencia. Sin embargo, nada cambiaría para él durante cinco años.
El romance del colombiano con la Argentina terminó el domingo pasado cuando fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, al regreso de un viaje de placer que había realizado a la isla de Tahití. Álvarez Meyendorff salió el 8 de abril junto a su esposa, sus dos hijos y su nieto. El 14 de abril, mientras disfrutaba del paradisíaco paisaje de la Polinesia Francesa, fue denunciado por un testigo de identidad reservada en el Juzgado Penal Correccional Nº 11 de New York Este, Estados Unidos.
Fuente: El Argentino