AFP-DAMASCO — El ejército sirio envió este martes refuerzos a la ciudad de Deraa (sur), donde continúa disparando contra los habitantes y una mezquita al día siguiente de que 25 personas murieran tras la llegada de militares a esta localidad para poner fin, por la fuerza, a las protestas.
«Nuevos refuerzos de las fuerzas de seguridad y del ejército ingresaron en Deraa. Hay un tanque en la plaza Kaziet al Balad, en el centro» de la ciudad situada a 100 km al sur de Damasco, indicó un militante de derechos humanos, Abdalá Abazid, contactado por teléfono por la AFP.
«Los disparos continúan contra los habitantes», dijo.
«La mezquita Abu Bakr Asidiq es blanco de intensas ráfagas y un francotirador está apostado en la mezquita de Bilal al Habachi. Hay tanques y barreras instaladas en los ingresos a la ciudad», lo que impide a la gente ingresar en Deraa, agregó el militante.
Según Abazid, «soldados de la 5ª división desertaron, se unieron a nosotros y enfrentan» al ejército que rodea a Deraa.
Precisó que el domicilio del muftí que renunció el sábado para protestar contra la sangrienta represión lanzada por las fuerzas de seguridad, «está rodeado, pero el muftí no se encuentra allí».
Según los habitantes de esta ciudad se cortó el agua y el suministro eléctrico.
La víspera, al menos 25 personas murieron en la represión de las protestas en esta ciudad agrícola de unos 75.000 habitantes. Más de 3.000 soldados respaldados por blindados y tanques habían llegado al alba, según militantes de derechos humanos. Abazid indicó estar en posesión de una lista nominativa con 21 nombres.
Desde el comienzo del movimiento de protesta el 15 de marzo, unas 390 personas murieron, de las cuales 160 desde que se levantó el estado de emergencia el 21 de abril, según un balance establecido por la AFP sobre la base de informaciones de organizaciones no gubernamentales extranjeras y militantes sirios.
Según las autoridades, que acusan desde el comienzo a «bandas criminales armadas» de estar en el origen del movimiento, el ejército ingresó en Deraa «en respuesta a los llamados de auxilio lanzados por los habitantes para poner fin a los sabotajes y asesinatos cometidos por grupos terroristas extremistas».
Una fuente militar indicó que se «detuvo a varios miembros de los grupos terroristas e incautó importantes cantidades de armas y municiones» dejando «muertos y heridos» en ambos bandos.
El lunes se llevaron a cabo operaciones de seguridad en otras localidades de Siria, como en Al Muadamiyeh, un suburbio cercano a Damasco, o en Duma, a 15 km al norte de la capital.
Según un testigo en Duma, las patrullas de las fuerzas de seguridad «impiden a la gente salir, incluso para comprar pan».
En una primera respuesta a la represión, Estados Unidos indicó que evalúa aprobar «sanciones selectivas» contra las autoridades sirias.
El lunes por la noche Washington ordenó dejar Siria a las familias de los diplomáticos y a su personal no esencial de su embajada en Damasco debido a la «incertidumbre y la volatilidad» de la represión a los manifestantes.
En la ONU, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal hicieron circular en el Consejo de Seguridad un proyecto de condena a la represión que podría hacerse público el martes si los 15 miembros alcanzan un acuerdo unánime, según un diplomático.
Por su lado el presidente venezolano, Hugo Chávez, envió un mensaje de apoyo a su homólogo sirio en el que critica el «cinismo» de la comunidad internacional que, según él, quiere intervenir militarmente en Siria pretextando «defender al pueblo».