El secretario de Comercio Interior enfureció ante la suspensión de una audiencia de conciliación que había convocado el fiscal Guillermo Marijuán, quien el año pasado lo imputó por haber frustrado una reunión de Papel Prensa repartiendo cascos y guantes de box. Y sospecha de una operación del Procurador General, cercano a Alberto Fernández.
Guillermo Moreno está convencido de que el procurador general Esteban Righi montó una operación en su contra, sobre todo luego de que se suspendiera la audiencia de conciliación por la causa que le abrieron cuando irrumpió en una asamblea de Papel Prensa con cascos y guantes de box.
Tras aquel episodio, sucedido el 12 de agosto del año pasado, el apoderado de La Nación –accionista de Papel Prensa junto a Clarín- denunció a Moreno y expediente recayó en el juzgado del fiscal Julián Ercolini, quien delegó la investigación en Marijuán.
Este fiscal no fue benévolo con el polémico secretario: lo imputó por “coacción agravada y privación de la libertad agravada”. Moreno pretendía que en la audiencia de hoy quedara en el olvido pero no lo consiguió. Y se paseó por los despachos oficiales descargando su bronca contra Righi.
El procurador general y Marijuán tienen un denominador común: Alberto Fernández, responsable de que ambos llegaran a la Justicia. En sus tiempos de jefe de Gabinete, Fernández entabló una pésima relación Moreno, quien se encargó de frustrarles las negociaciones con las entidades rurales en la prolongada guerra por las retenciones móviles. Ahora el secretario de Comercio Interior cree que le llegó la revancha.
Para imputarlo, Marijuán pidió una larga lista de testigos que relataron cómo Moreno se sentó a la mesa de accionistas a quienes les dijo: “Tengo cascos o guantes. ¿Qué eligen? Hay para elegir”, dijo aquel día.
Definió la amenaza como un signo de buena conducta: “El juez dijo que nos tenemos que portar bien. La última vez no nos portamos bien, vino un gil, ligó una trompada y se rompió un diente”, en referencia al golpe que el titular de la SIGEN, Daniel Reposo, le propinó a José María Sojae Pinto, asesor del gerente de Finanzas de Papel Prensa. Esa escena, ahora, podría definir el futuro de Moreno como funcionario público.
Fuente: lapoliticaonline.com