Washington, 15 de abril (Télam).- Los gobernantes de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido prometieron seguir con su campaña militar en Libia hasta que el líder Muammar Kaddafi abandone el poder.
El presidente Barak Obama, su par francés Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico, David Cameron, dijeron en un artículo conjunto publicado hoy en tres diarios que permitir que Kaddafi permanezca en el poder sería una «traición» del pueblo libio.
«Es impensable que alguien que intentó masacrar a su propio pueblo pueda formar parte de un futuro gobierno», escribieron los líderes de las tres potencias occidentales en los diarios The Washington Post, Le Figaro y el británico The Times.
«Mientras Kaddafi esté en el poder, la OTAN y sus socios de coalición deben mantener sus operaciones para que los civiles sigan protegidos y se acumule presión sobre el régimen», agregaron los mandatarios en su artículo.
«Entonces podrá empezar una genuina transición de una dictadura a un proceso constitucional global encabezado por una nueva generación de líderes. Para que esa transición tenga éxito, el coronel Kaddafi debe irse, y para siempre», escribieron.
Un cese del fuego que permita que siga al mando tampoco es aceptable, señalaron los gobernantes de los tres países.
Sin embargo y a pesar del artículo, hoy volvieron a fracasar los esfuerzos diplomáticos para superar divisiones entre los miembros de la OTAN sobre cuán intensa debería ser la campaña de ataques en Libia contra las fuerzas de Kaddafi, para romper el punto muerto de una guerra aún sin ganadores ni vencidos.
Estados Unidos, que en un primer momento encabezó la campaña de ataques externos iniciada el 19 de marzo pero que dos semanas después cedió el mando a la OTAN, resistió ayer llamados a reasumir un rol más protagónico en los ataques durante una reunión de la alianza en Berlín.
En ese sentido, la OTAN fracasó hoy en Berlín, por segundo día seguido, en su intento de convencer a sus miembros de aportar más aviones para los bombardeos en Libia, pero su titular se mostró confiado en obtener pronto las aeronaves necesarias.
Los cancilleres de los 28 países de la OTAN acordaron que Kaddafi debe renunciar, pero reafirmaron que la misión militar mantiene sus metas de proteger a los civiles, forzar la retirada del Ejército libio de ciudades y hacer cumplir un embargo de armas.
El máximo jefe militar de la OTAN, el almirante estadounidense James Stavridis, dijo esta semana que se necesitan más aviones de ataques de precisión para evitar víctimas civiles porque las tropas libias se despliegan deliberadamente en zonas pobladas.
El Ejército libio atacó hoy con artillería la sitiada ciudad de Misurata por segundo día consecutivo y bombardeó posiciones insurgentes más al Este, en el único frente de combate activo de la guerra, dijeron fuentes médicas y rebeldes.
La cadena de noticias árabe Al Jazira citó a un doctor de Misurata que dijo que al menos ocho personas murieron en los ataques de hoy y otros siete civiles resultaron heridos, entre ellos niños y ancianos.
La rebelión contra Kaddafi comenzó el 15 de febrero. Los insurgentes controlan el Este y el gobierno el Oeste, y el único frente de combates, casi en el límite entre ambas mitades del país, muestra continuos avances y retrocesos de uno y otro bando sin que ninguno logre imponerse sobre el otro claramente.
(Télam).-