Cristina, en una encrucijada

Las anticipadas elecciones provinciales no han dado todavía a la presidenta la contención que necesitaba para postularse como candidata natural. La espuma de sus números comienza a mermar y las dudas se incrementan debido a la jugada de Garré sobre la Federal. Preservarse o lanzarse, esa es la cuestión.

Los meses pasaron y los tiempos electorales se acortan, se acercan tiempos de definición en las postulaciones provinciales y nacionales, y los resultados hasta ahora de las elecciones provinciales no han dado el marco de contención que Cristina Fernández de Kirchner esperaba.

Después de los comicios de Catamarca, desde el entorno presidencial se esperaba una catarata de votos en su favor que favoreciera la postulación para un nuevo mandato de la Presidenta, pero los hechos no reflejaron esa intención.

En el Chubut de Das Neves no se encontraron con la tibieza de los radicales catamarqueños, y desde las propias entrañas de sus ex socios políticos salieron a tomar las calles y las urnas, y lo que el gobernador Das Neves perdió en la calle con el voto de la gente, logró darlo vuelta en el recuento en las urnas.

Todo un mensaje para adentro del peronismo. Las artimañas políticas que se utilizan para el día de la votación, y que han teñido varios años de nuestra historia política, tienen un límite: el propio peronismo.

En él, que es un movimiento de masas y un partido del poder, no se dan el lujo de perder el gobierno con el sólo amago del adversario político de turno; no basta con la buena imagen y la cara bonita, hay que ganarle la calle, y al peronismo no es fácil ganarle la calle.

En Salta, al Gobierno nacional no le fue sencillo. El gobernador actual fue reelecto en su cargo enarbolando la bandera “Vote un gobernador provincial, no un títere del Gobierno nacional”. El golpe en la Casa Rosada se sintió fuertemente, a tal punto que tuvieron que salir los miembros de la CGT oficialista a responder los dichos de Urtubey, todo un símbolo del malestar que causaron los dichos del gobernador.

En este contexto político, la pregunta es la siguiente: ¿Cristina será candidata a Presidente? La respuesta nadie la tiene, por el silencio imperante en la misma mandataria, que no ha emitido opinión al respecto, salvo para algunos íntimos.

El panorama social no es el mismo que el de diciembre, cuando la Presidenta en las encuestas no llegaba a la reelección. Tampoco que el de marzo, cuando los vientos de cola la hicieron subir en los sondeos de opinión, por las propias torpezas de la oposición, y se salió a decir que era la candidata natural. Hoy, la baja en las encuestas y la medida de Garré contra la Policía Federal la hacen dudar.

Además, el contexto internacional de la región no ayuda a una definición, por cuanto es la primera vez en muchos años de democracia que varios presidentes dejan el poder con picos de máxima popularidad, como los casos de Lula, en Brasil, y Bachelet, en Chile; nadie forzó la reelección y respetaron las instituciones.

Si se analizan esos ejemplos de nuestros vecinos hay que preguntarse qué llevaría a la presidenta Cristina Fernández a rifar su capital político y poder alejarse del Gobierno con una alta aceptación ciudadana, sobre todo siendo una mujer respetada en los círculos que frecuenta y con posibilidades de ser una figura de la política internacional, por su amplia preparación intelectual.
Lo que muchos se preguntan es si estas situaciones externas no jugarán en contra de la decisión que tome la Presidenta, si las ansias de poder de su entorno van a poder limar las intenciones de Cristina Fernández de preservar la buena imagen que tiene, o presentarse a una nueva elección con un seguro balotaje y, de ganar, estar cuatro años más tratando de resolver los problemas del país sin la certeza de que su imagen permanezca inalterable.

Solamente el tiempo podrá decirnos la respuesta, pero lo cierto es que los próximos sesenta días van a ser los más intensos de los próximos meses de campaña presidencial, donde no sólo se van a definir candidaturas, sino también un modelo de país.
Fuente: www.agenciacna.com/Por Mario Baudry