Una protesta de 7 horas en la Illia generó un caos total de tránsito

Habitantes de la villa 31 cortaron la autopista para denunciar que las ambulancias no ingresan al asentamiento. Hubo seis kilómetros de cola, colapso en Retiro y en Figueroa Alcorta, Del Libertador y Lugones.

Un nuevo corte generó un caos en la Ciudad. Habitantes de la villa 31 de Retiro bloquearon las dos manos de la autopista Illia durante siete horas y trasladarse ayer desde el norte hacia el Centro o viceversa fue una misión complicadísima para los porteños. La protesta finalizó cuando se acercó hasta el lugar el ministro de Salud, Jorge Lemus, quien se comprometió a que las ambulancias entrarán al asentamiento.

Los vecinos de la villa saltaron a la autopista que une Lugones con la 9 de Julio a las 10.30 y la cortaron en su totalidad. Denunciaron que las ambulancias no ingresan a atender cuando hay una emergencia y que, como producto de eso, un hombre de 41 años murió el martes luego de sufrir un ataque de epilepsia y presuntamente no recibir ayuda médica. Según el dirigente social Juan Domingo Romero, que estuvo en el piquete, desde julio del año pasado han fallecido cinco habitantes de la villa por la misma situación. “Acá nunca hubo violencia. Sólo una vez se produjeron incidentes con un camillero del Hospital Fernández porque me insultó cuando le pedí que se apurara”, contó. “Tenemos los mismos derechos que las demás personas a pesar de que vivimos en una villa”, criticó uno de los manifestantes. Amenazaban con no retirarse hasta que no apareciera un funcionario para dar la cara.

El corte, de a poco, fue generando inconvenientes en los que se trasladaban a sus trabajos. A tal punto que Vialidad Nacional recomendaba a la gente tomar el tren para llegar a horario. Durante las siete horas que duró la interrupción, el tránsito en la avenida Lugones, Del Libertador y Figueroa Alcorta se vio colapsado. El congestionamiento llegó, incluso, hasta la General Paz. Desde el norte, los desvíos se realizaron por avenida Sarmiento; y desde el sur, por la calle Arroyo. Por la tarde, en la Lugones llegó a haber una fila de 6 kilómetros y trasladarse desde el Monumento a los Españoles hasta la 9 de Julio no demandó menos de una hora. No apto para nerviosos.

Los manifestantes, que incendiaron gomas, recién empezaron a habilitar algunas vías cuando el propio ministro de Salud, Jorge Lemus, se acercó al lugar. Se reunió con los representantes del asentamiento y con los familiares de Humberto Ruiz, el hombre fallecido al que una ambulancia del SAME no habría atendido. Durante el encuentro, el ministro firmó un acta para garantizar que las ambulancias entrarán a la villa, adelantó que reforzarán la seguridad con policías en los accesos y los delegados del asentamiento de Retiro se comprometieron a ayudar a las ambulancias a ingresar. Y hasta se habló de la posibilidad de que los propios vecinos manejen los vehículos en caso de que el conductor se rehúse por temor.

Fuente: La Razón