Distintas organizaciones encabezaron un acto en Plaza Sáenz Peña. Un grupo de estudiantes recordó la fecha con actividades educativas. Realizaron homenajes a madres de desaparecidos. A 34 años de la Noche de los Lápices, el episodio oscuro donde diez jóvenes estudiantes secundarios fueron secuestrados en la noche del 16 de setiembre de 1976, en la ciudad de La Plata, distintas organizaciones sociales y movimientos de derechos humanos, además de alumnos de diferentes de establecimientos de Paraná, se congregaron en la plaza Sáenz Peña para recordar una fecha de las más representativas de la dictadura cívico-militar.
En este sentido se celebraron 15 años de la constitución de la Asociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos Entrerrianos y en Entre Ríos (Afader), que comenzó a gestarse a partir de la realización del Monumento a la Memoria de los Argentinos, de Amanda Mayor, inaugurado el 16 de setiembre de 1995.
El acto comenzó con la actuación de varias bandas de rock del ámbito local, para darle paso a los oradores que hicieron uso de la palabra en una noche llena de recuerdos.
La primera en subirse al escenario dispuesto frente al Monumento a la Memoria, ubicado entre las intersecciones de Carbó e Irigoyen, fue María Luz Piérola, miembro de la conducción de Afader, quien resaltó el significado de la lucha que llevan adelante desde hace varios años y además valoró el apoyo de las nuevas generaciones en esta cruzada por los derechos humanos.
Mirando de frente a los presentes, en soledad arriba del escenario, se refirió al significado histórico de una fecha que duele cada vez más. “El 16 de setiembre es un hecho enblemático que debería tratarse en todas las escuelas de la provincia, y que los docentes puedan transmitir, el sentir y los ideales de la generación setentista. En ese momento se enfrentaron dos proyectos: el de liberación, con distintas connotaciones, y el proyecto de dominación donde se instala la dictadura más sangrienta que sufrimos los argentinos, la dictadura con la aplicación de la doctrina de la seguridad nacional, el Plan Cóndor en toda Latinoamérica, donde el poder económico y el poder civil fueron los que mandataron este genocidio. Y hoy los empezamos a juzgar y la dignidad está en la memoria”, evocó sin disimular su emoción.
Abajo las madres del dolor seguían con atención la alocución de la dirigente social, lo mismo que un centenar de jóvenes que quizás asistían a su primer acto para conmemorar un hecho trágico que desnudó la atrocidad del dispositivo militar en los ’70.
En el medio hubo tiempo para entonar la estrofas del himno nacional argentino, con el fondo de banderas que reprsentaban a partidos políticos de diferentes signos y el recuerdo siempre presente de los desaparecidos en la provincia.
A su turno, Julián Froidevaux, integrante de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.), se refirió a la jornada educativa compartida con estudiantes secundarios en la Escuela Normal José María Torres, denominada Segundo Encuentro Interescuelas Juventud Presente.
En diálogo con UNO detalló: “Realizamos un taller a partir de un material, como por ejemplo la solicitada publicada en el diario Clarín por la Sociedad Rural Argentina, al cumplirse el primer aniversario del golpe el 24 de marzo de 1977, a partir de la lectura de la carta abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh, y también pusimos énfasis en los relatos que pusieron en discusión las diferentes maneras de analizar la realidad y cómo también eso es parte del ejercicio cotidiano en lo que uno lee, tanto en los medios como en lo que comenta en las escuelas secundarias”.
Asimismo continuó diciendo que “hay que propiciar un ámbito de reflexión y los chicos dieron muestra cabal de que lo tienen a ese ejercicio”.
Otro de los oradores en la oportunidad fue el integrante de la Liga de los Derechos Humanos, José Iparraguirre, quien repasó números vinculados con los juicios que se llevan adelante contra represores y en ese sentido indicó que nuestro país “está a la vanguardia en materia de derechos humanos”. Tampoco se olvidó de la lucha interminable de las Madres de Plaza de Mayo, en una gesta reconocida a nivel mundial.
Por último se subió al escenario montado en la plaza el dirigente social Gustavo Piérola, y al igual que el abogado paranaense destacó el valor que tuvieron las Madres de Plaza de Mayo y su “ pelea inclaudicable en la búsqueda de la verdad y la justicia”.
Homenaje a Madres de desaparecidos
El cierre del acto estuvo signado por el homenaje a las nueve madres de desaparecidos entrerrianos que viven en Paraná. En una sencilla ceremonia fueron reconocidas con una réplica de la Madre Bandera, que consiste en la figura de una mujer con su cabeza cubierta por un pañuelo y eleva la bandera de la paz, la verdad y la justicia que heredó de sus hijos. La escultura fue realizada por la artista plástica Liliana Pedrotti.
Se trata de las madres de Silvia Bianchi, Victorio Coco Erbetta, Claudio Fink, Eduardo Germano, Mario Menéndez, Juan Alberto Beto Osuna, Juan Carlos Sosa Gómez, Andrés Uzín y Silvia Wollert.
Fuente: unoentrerios