Londres, 29 mar (EFE).- El primer ministro británico, David Cameron, expresó hoy su confianza en que la conferencia internacional sobre Libia que se celebra en Londres represente «un nuevo comienzo» para el país norteafricano.
En la apertura en Londres de la conferencia internacional sobre el país norteafricano, Cameron abogó por «un futuro en el que el pueblo de Libia pueda determinar su futuro sin violencia y sin opresión», pero añadió que los libios no podrán hacerlo solos.
«El pueblo libio no puede alcanzar ese futuro por si solo», dijo Cameron, que consideró que la comunidad internacional debe reafirmar en primer lugar su compromiso con las resoluciones 1970 y 1973 de la ONU y con la alianza militar que ha permitido aplicarlas.
El primer ministro agregó que hay que facilitar una ayuda humanitaria rápida y ágil «donde sea necesaria» y «ayudar al pueblo libio a planear el futuro, una vez que el conflicto termine».
Cameron consideró que la acción militar y la ayuda humanitaria son importantes, pero que «no serán suficientes para abrir un camino más amplio hacia la libertad», y subrayó que «en última instancia la solución ha de ser política» y ha de estar en manos de los libios.
Con este objetivo, propuso la creación de un «grupo de contacto», que haga un seguimiento continuo de la situación y sirva de apoyo a la sociedad y a las fuerzas políticas libias para avanzar.
«Tenemos que tener clara la escala del desafío, porque supondrá mirar de una manera nueva a este país y a toda la región», desde el punto de vista de la ayuda al desarrollo, el intercambio cultural y los acuerdos comerciales, explicó el líder británico.
Cameron se mostró satisfecho por el compromiso expresado por el Consejo interino de Gobierno de Libia con «los valores universales» de la libertad de expresión, la celebración de elecciones libres, el respeto a los Derechos Humanos y el imperio de la ley.
«Nuestro mensaje al pueblo libio es el siguiente: hay días mejores en el futuro para Libia», proclamó Cameron, que pidió «una recompensa para el coraje y la determinación» del pueblo libio.
Sobre la situación actual en Libia, expresó su preocupación especialmente por la situación en Misrata, «una ciudad atacada por tierra y mar», en la que Gadafi «está utilizando francotiradores para abatir a la gente y dejar que se desangren en las calles».
«Ha cortado el suministro de alimentos, agua y electricidad para someter a la gente y está acosando a los barcos humanitarios que están intentando entrar en el puerto» de Misrata, dijo.
Esto quiere decir que «sigue violando de manera flagrante la resolución de la ONU», una actitud que ha generado, indicó, «el apoyo tan amplio que hay entre el pueblo libio y entre las naciones árabes hacia las acciones que estamos tomando».
La intervención aliada «ha salvado vidas y está salvando vidas», según Cameron, que advirtió al régimen de Gadafi de que «seguiremos aplicando la resolución de la ONU el tiempo que sea necesario».
Además, expresó la urgencia de hacer llegar la ayuda humanitaria, «algo en lo que la ONU tiene un papel crucial», y señaló que «cuando termine la lucha, tendremos que arreglar los daños causados por Gadafi», reconstruyendo viviendas e infraestructuras.
«No es pronto para empezar a planear una acción coordinada para respaldar la paz en Libia en el largo plazo», manifestó el primer ministro británico.