Los conductores bonaerenses que sean sorprendidos con niveles de alcohol en sangre superiores a los permitidos deberán asistir a un curso sobre adicción al alcohol y seguridad vial, además de sufrir la retención de sus vehículos y licencias. Será así en virtud de un convenio con el gobierno provincial que comenzará a implementarse, en pocos días, en esta capital provincial y sus alrededores.
El jefe del gabinete de la provincia de Buenos Aires, Alberto Pérez (bajo cuya órbita está la Dirección de Políticas de Seguridad Vial), y la titular de la Secretaría de Atención a las Adicciones (SADA), Gabriela Torres, firmaron ayer el convenio que les permitirá a los jueces de tránsito bonaerenses enviar a los automovilistas alcoholizados a realizar el curso como requisito para recuperar sus permisos de conducir.
«La decisión va a depender del juez de tránsito, pero nuestra intención es que lo hagan en todos los casos. -explicó a La Nacion Emiliano Baloira, director del Registro Unico de Infractores-. Tiene que ver con una reeducación del conductor y la finalidad es reducir los accidentes.»
Los cursos comenzarán en abril. En esta ciudad, se labran cada mes entre 20 y 30 infracciones a conductores con exceso de alcohol en sangre, dijo Baloira, así que las clases ya tienen un público potencial. Los conductores sancionados estarán obligados, si el juez así lo decide, a completar las 12 horas cátedra en las que se les brindarán nociones de seguridad y normativa vial y de los distintos estados de intoxicación alcohólica y su influencia en la conducción de vehículos. De no asistir, no podrán recuperar sus licencias. «Estamos trabajando para que el sistema pueda extenderse a toda la provincia», dijo Baloira.
La sanción para los automovilistas corresponde cuando se detecta medio gramo por litro de alcohol; los motociclistas, no pueden superar un quinto de gramo de alcohol; para los choferes de transporte público, la prohibición es total.
Fuente: La Nación