Tragedia en Cataratas: un gomón se dio vuelta y murieron 2 turistas

Dos turistas estadounidenses fallecieron ayer al mediodía en las Cataratas del Iguazú, al dar una vuelta de campana el gomón que realiza un paseo por el cañón del río y una aproximación a las espectaculares cascadas. La tragedia ocurrió minutos después de las 11 y hasta el cierre de esta edición no se había podido establecer con certeza el motivo por el cual la potente embarcación se dio vuelta en proximidades del salto San Martín, el segundo de mayor caudal, tirando a todos sus ocupantes a las encrespadas aguas.

Siete turistas habían abordado el semirrígido “Alex” –tiene 9,60 metros de eslora y dos motores de 250 HP– junto a dos tripulantes y un camarógrafo, en proximidades del lugar donde se vuelven a unir los dos brazos en que se divide el río, dando forma a la isla San Martín. El paseo que terminó en tragedia dura poco menos de 15 minutos y consiste en una aproximación al salto San Martín, donde la embarcación se pierde en medio de una fina llovizna que se desprende cuando el agua impacta contra el lecho de piedra. Estos paseos náuticos están a cargo de la empresa Iguazú Jungle Explorer y es la primera vez que una de sus lanchas protagoniza un accidente de estas características .

Las víctimas fueron identificadas como Laura Matjik Ebert (28), quien murió ahogada; y Philip Musgruve (70), quien perdió la vida a raíz de un golpe en la cabeza. Ambos eran de Estados Unidos y compartían el paseo con visitantes alemanes, colombianos y argentinos.

El intendente del Parque Nacional Iguazú, Daniel Crosta, dijo que “las personas que fueron sacadas con vida del agua pudieron bajar en el puerto de Iguazú por sus propios medios y fueron llevados al Hospital Samic para descartar algún tipo de lesión”. Algunos de los sobrevivientes fueron dados de alta a primera hora de la tarde y otros quedaron internados por precaución, señaló el médico policial Luis Cavagnaro.

El prefecto principal Jorge Verón dijo que la hipótesis que se maneja es que el gomón chocó contra el paredón de piedra de la isla, lo cual deberá ser confirmado con las pericias y la declaración del timonel Mario Aguirre –tiene más de 15 años de experiencia en estos paseos– apenas los médicos consideren que se encuentra en condiciones de explicar lo sucedido.

Como consecuencia del vuelco, todos los ocupantes cayeron al agua y tuvieron que esperar aferrados en una montaña de piedras en el medio del río. Hasta allí bajó, deslizándose por una soga, un rescatista. Lo hizo desde un helicóptero de la empresa brasileña Helisul. También participaron del auxilio otras embarcaciones de Iguazú Jungle Explorer y de Prefectura, que pudieron aproximarse para rescatarlos. El operativo también movilizó a los guardaparques.

Desde Iguazú Argentina, concesionaria de los servicios en el Parque Nacional, explicaron que el río Iguazú presenta un caudal levemente superior al normal, pero esa situación no representa ningún inconveniente para la navegación de los gomones .

Apenas ocurrida la tragedia, las excursiones náuticas fueron suspendidas en su totalidad, pero la gente pudo continuar con su paseo por las pasarelas de los circuitos inferior, superior y la pasarela que conduce a Garganta del Diablo.

En un primer momento las autoridades del Parque dieron intervención al Juzgado Federal de Eldorado, que se declaró incompetente, y la investigación quedó a cargo del juez de Instrucción subrogante de Puerto Iguazú, Ricardo Gerometta.

Antecedentes

Hasta ayer, los accidentes náuticos ocurridos en cercanías de las Cataratas del Iguazú habían sido protagonizados por embarcaciones brasileñas.

El hecho más grave ocurrió el 5 de septiembre de 1999, cuando dos gomones de la empresa Macuco Safari chocaron dos kilómetros aguas abajo de los imponentes saltos. Murieron el capitán de una de las lanchas y seis turistas.

El 12 de diciembre de 2007, un gomón de la misma firma fue golpeado por una ola y dio una vuelta de campana en cercanías del salto Tres Mosqueteros. Los 16 ocupantes tuvieron que ser rescatados por otra lancha.

El 22 de agosto de 1998 dos empleados del viejo servicio que transportaba a los turistas en lancha hasta la Garganta del Diablo quedaron a la deriva y se tiraron al río para evitar caer al vacío. Tuvieron que esperar 23 horas al borde de un precipicio hasta que los rescataron.

Fuente: Clarín