Llegó a General Roca con el cartelito de Dream Team. Al gran rendimiento alcanzado a finales del 2010 le sumó una constelación de estrellas con las contrataciones de Gabriel Ponce de León y José María López, quienes se sumaron a Emiliano Spataro, el único sobreviviente del año pasado. Fiat, que para este torneo selló una unión comercial con Oil Combustibles, se transformó en un santiamén en el equipo más mirado por todos. Sin embargo el arranque no estuvo ni cerca del rendimiento esperado.
Pechito fue el que tuvo el Linea más competitivo, pero la suerte no lo acompañó. Un problema con el encendido del auto obligó a que lo empujaran con el cartel de cinco en el aire, y debió arrancar la segunda serie desde el fondo por recibir ayuda externa. A pura chapa se vino para adelante, pero terminó con 20 segundos de penalización por golpear a Martín Serrano. “Me tiré a superarlo y me pasé. Le ofrecí disculpas porque el error fue mío. Pero tengo un gran auto”, dijo el cordobés, que en la final sufrió problemas con el motor y quedó 17°.
El conformismo del ex tester del equipo Renault de Fórmula 1 chocó con la mufa de Emiliano Spataro. “Me gusta que nos llamen Dream Team. Pero no arrancamos como Dream Team…”, contó el de Lanús, que sufrió durante todo el fin de semana con una ida de trompa del Linea, el mismo auto que manejó en el cierre del torneo anterior. “Estuve lejos de lo que esperaba. Ser séptimo en la clasificación está mal para mí porque en las últimas cinco del año pasado luché por la pole y ahora no encontramos el rumbo. En el 2010 el Linea era más rápido doblando y ahora voy muy lento”, cerró Emi, 10º en Roca.
Ponce de León tampoco anduvo muy bien. Fue 18° en clasificación, en la serie quedó envuelto en un entrevero con Ledesma y hasta con su compañero Pechito López, que terminó en roce. El de Junín fue 9º (el mejor del equipo) y se mostró tranquilo.
Por ahora el Dream Team no apareció.
Fuente: Olé