Hermanas violadas en City Bell: comparan identikits y fotos de 2009

Es para determinar si el agresor pudo estar implicado en algunos de los ataques que hace casi dos años aterrorizaron a la zona Norte. También buscan cámaras de video de la zona

«Hay pistas, estamos trabajando”, se limitaron a decir los investigadores que tienen a su cargo la pesquisa por la salvaje violación a dos hermanas de 14 y 18 años, consumada en la madrugada del último martes en una zona residencial de City Bell. La menor de las chicas continuaba ayer internada en la Clínica del Niño, informaron fuentes judiciales y policiales. Mientras tanto, los hombres de la DDI La Plata continuaron “peinando las inmediaciones” del lugar del hecho en busca de testigos, pero, sobre todo, cámaras de seguridad.
“En los últimos dos años la situación cambió mucho, y ahora hay monitoreo en todos lados”, dijo un vocero judicial a Trama Urbana, trayendo a colación lo sucedido en 2009, con aquella seguidilla de ataques sexuales adjudicados a un depravado serial y nunca esclarecidos del todo. Por lo pronto, el fiscal Fernando Cartasegna ordenó localizar todas las cámaras ubicadas entre la estación de servicio Rhasa del Camino General Belgrano en la que estuvieron las víctimas antes de
ser interceptadas y el sitio donde ésto sucedió, en 24 entre 475 y 476. Como anticipó ayer este medio, en la cuadra de abordaje no hay una sola cámara y tampoco existe ninguna a la vuelta -en 475, 24 y 26-, donde se consumó el abuso, pero los detectives tienen la esperanza de que
el agresor haya seguido a las chicas y en ese tramo haya quedado filmado.
Por otra parte, ya se enviaron a laboratorio las muestras de semen obtenidas en este último ataque para ser cotejadas con el perfil genético coincidente en tres de los al menos quince hechos ocurridos en la zona Norte en 2009: un par de ellos con dos víctimas cada uno y un tercero contra una jovencita que fue reducida mientras esperaba el micro en City Bell. Este violador es el del identikit que los vecinos de la zona Norte se encargaron de distribuir después de la sucesión de abusos y actuó con un modus operandi parecido al que usó el delincuente que atacó a las hermanas: recordemos que las interceptó cuando caminaban hacia su casa, las abrazó y les ordenó que lo acompañaran porque lo perseguía la Policía. Las llevó a la vuelta y en una suerte de terreno parquizado ubicado en la parte frontal de una vivienda, detrás de un árbol, las sometió en dos oportunidades a cada una. Las chicas no pueden asegurar con qué tipo de arma las amenazó, pero sí dan cuenta de que exhibió algo que pudo ser una cuchilla o un caño. La zona es muy oscura.
“Puede ser el mismo o un imitador”, analizó un pesquisa, no sin recordar que “hubo muchos que usaron una modalidad parecida y el ADN no coincidía”. En este punto, no descartaron que el responsable del último ataque ya haya sido investigado por otro, con un perfil genético distinto. En este punto, todo depende del informe forense; en lo demás, del análisis de las cámaras y de un potencial reconocimiento en rueda o fotográfico.

“A mi hija y a su amiga, el Estado las dejó solas”

La madre de una de las dos chicas que en septiembre de 2009 fueron abusadas en un obrador de City Bell cuestionó el modo en que se encaró la investigación, la situación judicial a la que se enfrentan como particulares damnificados y la asistencia psicológica a las víctimas. Por este hecho está detenido el remisero Juan Ramón Mariño, que insiste con que no tiene nada que ver con el hecho. Lo complican un reconocimiento en rueda y el llamado realizado desde el Nextel de una de las víctimas. “A mi hija supuestamente no la violó porque estaba embarazada, pero la obligó a hacer otras cosas. Ella está en terapia, porque ya hacía, y se sobrepuso como pudo por su bebé, que ya tiene un año. Pero su amiga no va al psicólogo y el Estado nunca se lo ofreció. No les brindó nada. Encima, no podemos acceder a la causa porque no nos dan un abogado, ya que tenemos auto”, cuestionó esta mujer que meses atrás agutinó los relatos de otras víctimas de abusos en la zona y los reclamos de sus familiares y vecinos, en una página en Facebook, desde la que difunden todas las novedades de esta alarmante historia que ya lleva casi dos años.

Puntos de contacto: modalidad y perfil de las víctimas

En 2009 hubo una seguidilla de ataques sexuales muy similares en la zona Norte, particularmente en City Bell. Fueron entre 15 y 30, muchos de ellos no denunciados de manera formal. Todas las víctimas eran muy jovencitas y fueron abordadas de madrugada, en la calle o paradas de micro. Se especuló con que el agresor era el mismo, pero un cotejo de ADN determinó que un mismo hombre había actuado en al menos tres de los hechos (dos de ellos con dos víctimas cada uno), pero en otros no. Este perfil genético no tiene todavía nombre y apellido, mientras que hay un remisero de Florencio Varela -Juan Ramón Mariño- detenido por un brutal ataque contra dos amigas en un obrador de City Bell (ver aparte). Además, por la misma época un joven de Gonnet fue investigado por el abuso de dos adolescentes, una de las cuales lo vio en una fiesta, creyó reconocerlo como su abusador y le tomó una foto. El ADN de este joven tampoco coincide con el de ninguna de las muestras secuestradas y fue liberado, pero el fiscal Fernando Cartasegna nunca le dio el sobreseimiento definitivo. Una de las hermanas violadas el martes describió al depravado como un hombre “bajo y morrudo”, y la fisonomía no coincidiría con la del identikit, pero es prematuro asegurarlo.

Fuente: Diario Hoy