El gobierno de Uruguay propondrá a la Casa Rosada implementar un sistema de comercio rápido sin restricciones, de tipo fast track, para agilizar las importaciones a la Argentina en medio de las quejas por las trabas dispuestas por la administración de Cristina Fernández.
Así lo anticipó el ministro de Industria uruguayo, Roberto Kreimerman, al diario oriental El Observador, previo a que el viernes se ponga en marcha la comisión bilateral que se ocupará de monitorear el flujo comercial entre ambos países.
En medio de la puesta en vigencia a partir de hoy de la resolución que obliga a pedir autorización para el ingreso de 200 categorías de productos, la empresa automotriz uruguaya Chery Socma denunció dificultades para ingresar con su producción en Argentina, debido a la demora en la autorización de las licencias, cuyo plazo ya excedió los 60 días.
El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, recibirá este viernes próximo a su par uruguayo, Sebastián Torres, para comenzar a analizar el flujo bilateral y la semana próxima el ministro del área del país vecino tiene previsto viajar a Buenos Aires para reunirse con Débora Giorgi.
La comisión técnica bilateral fue acordada a fines de febrero la presidenta Cristina Fernández, con su par uruguayo, José Mujica, tras la decisión de la Argentina de extender la aplicación de Licencias No Automáticas (LNA) a nuevas posiciones arancelarias, lo que motivó preocupación en los socios del Mercosur.
Tal como lo hizo con Brasil, el Gobierno decidió conformar una comisión que excluya a los productos uruguayos de la aplicación de las LNA y permita que ingresen con mayor facilidad al país.
Sin embargo, empresas uruguayas como Chery Socma denunciaron dificultades para ingresar sus productos a la Argentina.
El director de logística y vocero de Chery Socma, Daniel Villamarín, aseguró que la compañía «está siendo castigada» por una demora en el ingreso de mercadería ya «comprometida» con proveedores de Argentina.
«En Argentina montamos una red de concesionarios y servicios, y ahora nos encontramos con clientes que nos están pidiendo que les devolvamos las señas porque no les entregamos los autos a tiempo», puntualizó Villamarín al matutino montevideano El País.
Remarcó que «está vigente el Acuerdo Automotriz (bilateral) mediante el cual Argentina debe aceptar el ingreso de hasta 20.000 unidades anuales».
Chery Automobile, que se asoció con el grupo argentino Socma, propiedad de la familia Macri, solicitó un cupo para exportar 6.100 unidades anuales en 2011, pero su autorización está demorada.
Fuente: diariohoy.net