Arrancó 2011 y la incertidumbre acerca del rumbo político que tomará el país puede repercutir en la economía. El peligro del «cambio de humor» de los agentes y la aceleración de la salida de capitales. Matriz energética, tipo de cambio y el margen de cuentas golpeadas por la campaña, las principales cuestiones.
El año 2011 divide la economía local en 2 etapas: una primera de pre elecciones y una segunda post elecciones. En los primeros meses la economía estará cautiva de la política, el ruido político se prolongará de acuerdo a que tan claro estén los resultados de las elecciones. Para la etapa post elecciones, se observarán impactos en la economía por la incertidumbre de la transición, que dependerá de si hay o no cambio de Gobierno.
El mayor riesgo para 2011, aunque con baja probabilidad, es que el impacto político, junto con las expectativas inflacionarias, provoquen un cambio en el humor de los agentes, que se traduzca en una aceleración de la salida de capitales, y provoque una ralentización del crecimiento.
Claramente y a partir de distintos indicios puede suponerse que el gobierno buscará maximizar el consumo a partir de diferentes estrategias.Por una lado el sostenimiento del empleo a partir de un crecimiento fuerte del PBI, el empleo público, la obra pública y, aunque en menor magnitud, el control de las importacione, según revela un informe de Abeceb.com.
El mantenimiento de los ingresos reales a partir de los siguientes mecanismos: maximizar el aumento de los salarios, el incremento en las jubilaciones y las asignaciones sociales, un tipo de cambio como ancla nominal y con tarifas congeladas mediante subsidios. A su vez se buscará minimizar la salida de capitales, teniendo en cuenta que cada dólar que se va implican 4 pesos menos de consumo.
Dado el contexto internacional, las holguras fiscales y el programa monetario, no existen dudas que lo anterior será la política económica hasta las elecciones con el corolario de que la variable de ajuste seguirá siendo la inflación.
Existen dudas de cuál será el margen que tendrán las cuentas fiscales de cara a 2012. Obviamente se dificulta seguir bajo el esquema actual, lo que no implica avanzar en ajustes generales sino puntuales. La base de ajuste estará basada en una revisión de los mecanismos de subsidios. Por otra parte, a pesar de que se utilizaron muchas cajas (stocks) aun queda sin usar el financiamiento internacional.
En cuanto a la incógnita de cual será la tendencia del tipo de cambio, con continuidad de gestión o no, se necesitará a partir de fin de 2012 recobrar en parte el colchón cambiario. En este sentido, es de esperar deslizamientos suaves, agrega Abeceb.com.
Por último y quizás tan importante como la primera, está la pregunta de cómo impactarán las restricciones y distorsiones que van surgiendo. Dado el alto crecimiento, la calidad de la gestión y de los niveles de inversión. En el 2011 se acumularán mayores restricciones/distorsiones. Las mismas tendrán impacto en el corto plazo dependiendo de los sectores. Ya no quedan demasiados stocks que consumir para seguir creciendo sin estrategia. El aspecto energético en el corto plazo es superable. Los aumentos en las importaciones serán necesarios.
www.agencia.com.ar