Brasil se convirtió en la séptima economía mundial tras conocerse un crecimiento del 7,5% en su PBI. Sin embargo, el gobierno brasileño realizó un ajuste de 30 mil millones y volvió a aumentar las tasas del interés. Es porque Dilma Rousseff anunció que «de ninguna manera» dejará fuera de control a la inflación, que llegó al 6% en enero, cifra mucho menor que la de nuestro país.
El Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil creció 7,5% en el último año de gobierno de Luiz Lula da Silva, según informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE). Con esta cifra, que marcó el mayor crecimiento de la economía brasileña desde 1986, el país vecino se convirtió en la séptima economía mundial.
El organismo oficial de estadísticas de Brasil informó que, en total, el PBI en 2010 fue de 2,1 billones de dólares, con una renta per cápita de 11.185 dólares, dando como resultado el mejor informe de los últimos 24 años, que fue festejado por todo el gobierno y la presidenta, Dilma Rousseff. Asimismo, estimaciones publicadas en los últimos días indican que el PBI tendrá una suba del orden de 5% en 2011.
Rousseff aclaró: «tranquilamente el crecimiento de 2011 será de entre 4,5% y 5%”, pero descartó que se busque repetir la marca del año pasado. Es que para la mandataria el objetivo es buscar «una tasa de crecimiento razonable, sustentable y permanente», y confirmó que «de ninguna manera» dejará fuera de control a la inflación. «Vamos a tener un ojo en la estabilidad y otro en la inversión», aseguró.
De esta forma la presidenta vuelve a expresar la inquietud de su gobierno en cuanto a la inflación, que llegó al 6% en enero, cifra mucho mayor de la meta anual del Banco Central brasileño. El Ministro de Hacienda, Guido Mantega, aseveró que la economía comenzó a «desacelerarse», y consideró que así se reducirá el riesgo de un aumento alto de la inflación.
Por eso, el gobierno brasileño realizó un ajuste de 30 mil millones en el presupuesto de 2011, con el objetivo de desacelerar la economía y evitar presiones inflacionarias. Siguiendo esta línea, el miércoles el Banco Central de Brasil volvió a aumentar las tasas del interés en un 0,5% en lo que va del año, y del gobierno de Dilma, llevándolas al 11,75%.
Con estas medidas, Brasil se suma a China en la lista de países en crecimiento que ajusta para que no se dispare el nivel de precios. El país asiático, en un caso similar al sudamericano, también ha aumentado los encajes bancarios sostenidamente por temor a una mayor inflación.
“Son planes de corrección macroeconómica”, explica Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica, y agrega que esos países pueden aplicar estas herramientas por tener procesos inflacionarios distintos con respecto a Argentina, que se encuentra en una fase mayor, lo que amerita atacar el proceso de expectativas.
Delgado asegura que la política monetaria que emplean Brasil y China para atacar la inflación acá no sería efectiva. “Subir la tasa de interés en Argentina no es lo mas importante porque estamos poco bancarizados”, expone.
Por eso, reitera que lo que urge es lanzar un plan de estabilización teniendo en cuenta las expectativas, caso contrario, la inflación no puede bajar. “Si no se tienen en cuenta las expectativas, los que pueden formar precios se cubren y aumentan, y el proceso inflacionario no se detiene”, describe.
Igualmente, el economista insiste en que “hay que sacarse de la cabeza que crecer significa tener inflación”, y enumera los casos de Chile, Uruguay y Perú, que con crecimiento no tienen procesos inflacionarios importantes. Igualmente, Delgado sanciona que el mayor problema es que acá no se reconoce, sino que se niega la inflación.
Fuente: lapoliticaonline.com