Vuelve a las fuentes

Berizzo piensa en aplicar el sistema preferido de Sabella en el clásico ante Gimnasia. ¿Acepta que no funcionaron sus ensayos?

El tema más controvertido desde la llegada de Berizzo ha sido la impronta que rápidamente procuró imponerle a Estudiantes, que se tradujo en cuestiones tácticas como de sistemas de juego; hasta aquí el rendimiento ha sido irregular y ha generado algo de preocupación. Pues bien, en la antesala del clásico se presenta como probable que el entrenador decida volver al esquema que utilizaba el Pincha campeón, el 3-4-2-1.

También los nombres que utilizaría contra Gimnasia serán casi los mismos que ante Newell’s, el primer partido del año y el de mejor rendimiento. Para el sábado, Berizzo elegiría a: Orión; Fede Fernández, Desábato, Roncaglia o Ré (si se recupera); Mercado, Braña, Verón, Iberbia; Pérez, Barrientos o Benítez; y la Gata Fernández.

En el corto tiempo que lleva el Toto (cinco partidos), Estudiantes cambió de nombres y esquemas en casi todos los casos. “No es un problema de sistema”, advirtió el técnico tras la derrota contra Banfield, ocasión en la que probó con un dibujo y una concepción del equipo muy similares a los que usaba su maestro, Bielsa. El domingo el Pincha jugó con un 4-2-3-1, o leído de otra manera un 4-2-1-3.

Si se excluyera la goleada sufrida ante el Cruzeiro, por aceptarla un accidente o una mala noche, podría concluirse que frente a Banfield se vio la cara más extraña del equipo; fue una formación larga, desconectada, presumiblemente ofensiva pero realmente carente de peso arriba. Es cierto que faltaron algunos jugadores clave, como Enzo Pérez, Mercado, Desábato y Ré, pero no menos cierto es que el corazón del equipo, como definía Sabella a la dupla Braña-Verón, estuvo presente. El ex técnico pincha tenía un principio futbolístico: “Nunca jugaría con enganche si están el Chapu y la Bruja, porque los obligaría a ir a los costados y perdería lo mejor de ellos”.

La decisión de volver a las fuentes, si se confirma en la práctica de hoy, entre otras cosas permitiría que el corazón del equipo vuelva a latir desde su lugar.

Fuente: Olé