Tres asesinatos a sangre fría en Liniers y el Conurbano

En menos de seis horas, la inseguridad se cobró la vida de tres trabajadores y dejó tres familias destruidas. Fue el mismo día en que la ministra Garré dijo que “disminuyen las tasas de criminalidad”.

Ayer por la mañana, la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, dio una conferencia de prensa y anunció que las tasas de criminalidad habían “disminuido”, aunque sin aportar cifras.

Pero también ayer por la mañana, entre Liniers y La Matanza, se vivió otra de las jornadas más penosas de las últimas semanas. La inseguridad volvió a sacudir: tres muertes en intentos de robos. Tres muertes a sangre fría de esforzados trabajadores. Y hasta anoche, sólo había un detenido, presuntamente involucrado en uno de los casos.

La primera víctima fue Julio Maximiliano Corzo, un joven de 24 años que había llegado a las 5 de la mañana a su casa de Rocamora y Pedro de Elizalde, en Gregorio de Laferrere. Había trabajado toda la noche en una empresa de cable de la Capital, donde cumplía tareas de mantenimiento. Después de estacionar su Volkswagen Fox en la puerta y cuando iba a abrir el portón de rejas, se acercaron dos delincuentes. Corzo intentó escapar y le dispararon dos balazos en el pecho, causándole la muerte.

Los ladrones huyeron y horas más tarde, la Policía detuvo a un menor de 16 años identificado como “El Gringo”. Tiene antecedentes penales, vive cerca de ese lugar y es sospechoso de participar en el crimen.

Mercedes Acosta, la madre de la víctima, sufrió una crisis de nervios y clamó delante de los periodistas (ver “Lo mataron…) Menos de una hora más tarde (a las 5.45 en Liniers), mataron al taxista Carlos Valdez en Martiniano Leguizamón 160, a una cuadra de la avenida Rivadavia. Se disponía a salir de vacaciones a San Juan con su familia. En la puerta de su casa, lo abordaron dos ladrones para llevarse su camioneta VW Surán negra. Cuando los familiares de Valdez salieron a la calle, tras escuchar detonaciones, lo encontraron tirado en el piso, agonizando por cuatro balazos (dos en la espalda y dos en la pierna). Murió momentos después en el Hospital Santojanni. Para los investigadores, Valdez habría intentado resistirse al asalto.

El tercer episodio, en San Justo, le costó la vida al camionero Jorge Carranza. Tras dejar parte de la carga de ladrillos en un depósito, se dirigía a otro corralón. Un ladrón lo interceptó en Centenera al 5300, le disparó en la pierna izquierda y le produjo una fuerte hemorragia. Carranza trató de seguir manejando, se desvaneció, chocó contra un auto y un árbol y murió desangrado.

Tres víctimas en un día penoso. Uno más.

Fuente: La Razón